El inicio de la cuarentena por el coronavirus también puso en aprietos a Irma Cabañas (46), del barrio Centro de Encarnación (Itapúa), pero de aquel apuro salió un prometedor emprendimiento.
Doña Irma tiene una heladería desde hace muchos años, pero como tuvo que cerrar por algún tiempo, por las restricciones sanitarias y la crisis económica, investigando en YouTube vio cómo se hacían jabones artesanales y se animó también a elaborar sus primeras variedades.
El producto que sin duda está siendo todo un “boom” es el jabón de ruda. “No solo espanta la mala onda, sino que también es bueno para la piel y es relajante”, dijo la doña a EXTRA.
Durante el día, el negocio del helado sigue funcionando con las medidas ya liberadas. Allí aprovecha algunos muebles para exhibir sus olorosas creaciones.
“La gente ya ve y me pide. A veces me llaman también. Me suele salir 20 unidades más o menos y hago día de por medio”, contó la emprendedora.
Si bien hay días que vende todo, hay otros en los que se lleva, al menos, cinco unidades. “Todavía no hago en gran cantidad. Es muy artesanal todo y natural también”, comentó.
Irma suele aprovechar las noches para reponer el stock de producto. “Por suerte tengo luego la planta de ruda en mi jardín. Tiene algunas técnicas, no es tan complicado, pero tiene sus secretos”, explicó. Comentó que el preparado lleva glicerina y un poco de alcohol.
Otras creaciones
La encarnacena también prepara jabones de bicarbonato con vinagre, que ayuda a hacer brillar la cocina. Tiene también jabones de alcohol con limón, que sirve para lavar los cubiertos oxidados, además de las barras con hojas de mamón que sirven para la limpieza del rostro, dijo que ayuda a prevenir la aparición de puntos negros y granitos.