Una joven de nombre Luz Benítez, de 23 años, recorre todos los días varias ciudades para poder vender los dulces que ella misma prepara en su casa, ubicada en el centro mismo de Caacupé.
“De lunes a viernes recorro Mariano Roque Alonso, Luque, Capiatá y Asunción, y los fines de semana me quedo a preparar los productos para la semana”, contó a EXTRA la valiente señorita cuyo sueño es poder retomar este año la carrera de Enfermería.
Luz elabora dulce de leche, guayaba y batata, además de masas dulces como torta marmolada y otras delicias. También tiene a la venta maní ku’i y el famoso ka’i ladrillo.
Hace siete años empezó con este noble trabajo, que lo heredó de su mamá. “Es como una tradición ya, mi abuela se dedicaba a hacer y vender los dulces, luego mi mamá y mis tías, ahora me toca a mí”, dijo entre risas la joven, que es mamá de dos hijos.
La vendedora ya tiene su clientela formada que la espera para comprar las delicias que prepara. “A veces voy de mañana, otras veces salgo al mediodía, me va muy bien, gracias a Dios y con esto mantengo a mis hijos y también ahorro para mi estudio”, manifestó Luz. Sus productos los coloca en una canasta de madera que lleva sobre su cabeza.