25 abr. 2024

“Te amo mi querido viejo”, se despidió el hijo del médico

Policía accedió ayer a video de circuitos cerrados del lugar del crimen.

Mensajes hijo médico.jpg

José Marcial Centurión Cáceres ni siquiera llegó a leer el último de los mensajes que le mandó su hijo.

El trajín de su día de guardia en el hospital de IPS de Pedro Juan Caballero, quizá no le dio la posibilidad de conectarse al wasap y abrirlo. “Buen día papá”, escribió el cantante José Matheus Pagan a las 12:37, casi una hora y media antes del crimen.

Horas más tarde le volvió a escribir, a eso de las 17:03, cuando ya su padre estaba muerto: “te amo mucho mi querido viejo”, apuntó en la red de mensajería, pese a que José Marcial, nunca más podrá leerlo.

El médico fue asesinado de 19 tiros el martes último, alrededor de las 14:00, cuando hizo una pausa en sus consultas como dermatólogo, para ir a comer.

Justo un día antes del crimen, el muchacho viajó al Brasil para una pequeña gira, pues se dedica a cantar música sertaneira.

Según el fiscal del caso Marco Amarilla, hasta el momento se desconoce el móvil del crimen, pero efectivamente se trataría de un ajuste de cuentas, cuyo trasfondo aún no se precisa cuál sería.

Adelantó que una de las primeras en ser llamada a declarar, será la brasileña que lo denunció por negligencia para descartarla como sospechosa.

“El sicario fue contratado para matarlo”, afirmó, lamentando la facilidad con la que son empleados los matones, a quienes generalmente se les paga apenas G. 500.000 por el “trabajo”.

El comisario Rafael González de Investigación de Delitos, comentó además sobre esto, que por ello es de suma importancia la identificación del autor material para ir dando un norte a la investigación y saber quién lo contrató.

Iba en una moto de dama, dijeron

En la mañana de ayer, agentes de Investigación de Delitos de Amambay lograron obtener los circuitos cerrados del Hospital de IPS y alrededores, donde se observa el momento del hecho.

En los mismos se ve a un joven de piel blanca rondar la zona a bordo de una moto para dama, cargando a un costado una pistola calibre 9 mm. Al ver al médico saliendo paró y aparcó la moto. Descendió y sin más preámbulos descargó su arma contra la víctima ante la atenta mirada de decenas de testigos. Luego, huyó.