“Cada vez que salgo con mi novio terminamos discutiendo. Yo no soy muy celosa, pero me gusta que me respeten. El tema es que las veces que salimos pillo que él le mira a otras chicas. Y es incómodo. No puede evitar eso, al menos estando conmigo. No le armo escándalo, pero la verdad que me siento estúpida poniéndome linda para que él babee por otras. Me bajonea la autoestima. ¿Qué hago?”
En este caso, si le conociste así y le aceptaste desde el principio, es muy difícil cambiarlo.
Cuando sucede esto, debemos hablar con la persona desde el principio y que sea sincero.
Preguntarle por qué hace eso y si no hay respuesta, quiere decir que, para él, de una u otra forma, es su manera de satisfacer su “hombría”, lo que no significa que esté bien.
Siempre la comunicación debe ser bien clara, esto quiere decir, no reclamando, gritando, etc., sino ver el momento exacto en el que él te presta toda la atención y te va a entender lo que vos le querés trasmitir. El hombre por naturaleza tiene sus momentos y uno como pareja debe saber cuándo es el correcto.
“Mirate al espejo y hablale a esa mujer hermosa y única. El saber que eres única tiene un valor incalculable y nadie tiene el derecho de venir a quitártelo”
Si haciéndole saber que eso te molesta, te hace mal, que no estás de acuerdo con él y aún así no accede a ese reclamo, significa que a esa persona no le importa lo que tú estás sintiendo. Minimiza tus sentimientos; duele decirlo, pero hay que decirlo.
Si el hombre a quien le estás diciendo una y otra vez, de todas las formas, y no se inmuta, no cambia y te baja la autoestima, ese lugar no es tuyo. Debes irte antes de que se convierta en un tormento y no en el lugar de felicidad plena, de confianza y seguridad que merecés. El hombre debe elevar tu autoestima, tú eres una reina tal cual él debería verlo, y si no es así, es mejor estar con tu yo y disfrutar hasta que llegue el hombre con las características adecuadas para tu vida. Gana tiempo, no pierdas tiempo.
Mirate al espejo y hablale a esa mujer hermosa y única. Alabate tú misma. El saber que eres única tiene un valor incalculable y nadie tiene el derecho de venir a quitártelo.
