¡Que levante la mano quien no durmió en cucharita! La “cuchara” es el preludio de un estallido de emociones que termina en sexo, pero si estás en una relación estable y quieres fortalecer el vínculo, tienes que recuperar la “tradición”. Esto de dormir abrazaditos es un poderoso “atrapa corazones”, nada comparado con los famosos “amarres” que prometen algunos “encantadores”.
De forma natural, más allá del placer que trae acurrucarnos, tiene otros beneficios como estimular la producción de la oxitocina, la “hormona del amor” encargada de aportarnos sensaciones como: deseo, empatía, confianza. Sin necesidad de recetas mágicas ni cosas raras, es una forma de incrementar el apego con tu media naranja. Esta posición es la favorita de los enamorados. Desde los conocimientos científicos que tengo, puedo afirmar que refuerza el sistema inmunológico al fortalecer el vínculo entre las emociones y que levanta nuestras defensas.
Hoy en día, con el trajín, para la mayoría, el momento más íntimo es el que comparte al acostarse y dormir. La postura que se elige para pasar la noche, dice mucho sobre la clase de relación que se tiene.
Existen tres tipos de “cucharita” para descansar con tu “cuchi cuchi”. La “tradicional” donde se abraza por la espalda a esa persona y se conecta además del cuerpo la energía “aipo cósmica”, es una demostración al otro de que se confía plenamente en él. Si decides intentar esto, puedes sentir mucho calor en caso de ser quien recibe ese abrazo. Si eres el que se encarga de cubrir la espalda, perderás la circulación de tu brazo en un momento de la noche.
Después está la “falsa cucharita”, muy frecuente entre las parejas que llevan mucho más tiempo y que disfrutan de estar acurrucados; pero no son capaces de seguir la posición durante toda la noche, porque impide un descanso pleno. Lo habitual es comenzar así, pero al pasar las horas se pueden separar. Si bien hay un lazo maduro entre los dos, también hay necesidad de mantener el espacio personal.
La “ilegal” es hacer la “cucharita” dejando un gran espacio de la cama libre: uno se encuentra en un extremo y la otra está pegada por detrás, dejando su puesto vacío. Es una “cucharita” que manifiesta un poco de desequilibrio en el par. En síntesis, el abrazo es lo más rico en toda relación, se aconseja, aunque sea por 15 minutos diarios el “toque terapéutico”, que puede ayudar a reducir las dolencias.
Los toques terapéuticos consisten en colocar las manos sobre el cuerpo de la persona y promover la curación natural, equilibrando la energía de ambos. Sigue el concierto de besos, caricias y el sexo, que incrementan la satisfacción en la promovida posición “cucharita” que con este frío pega más.