Soy Braulio, tengo 37 años. La verdad ya no sé qué pensar de mi señora. A veces siento que solo me quiere cuando tengo plata. Cuando cobro, cuando le puedo dar para sus cosas o comprarle algo, es la mujer más dulce del mundo, re buena, nambré.
Me hace la cena, me plancha, todo hace. Me prepara lo que me gusta, me manda mensajes con corazones. Pero cuando no tengo plata, cuando estoy justo o no puedo darle lo que quiere, cambia completamente. Se vuelve fría, seca, argel. Todo le molesta, me habla mal, me ignora.
Se supone que en una familia el buen trato no debe depender del dinero, pero parece que con ella es así. Si le doy, se pone feliz como una lombriz y conmigo es reeee amorosa. Parece que mi valor depende de lo que tengo en el bolsillo para ella.
Y eso me duele, porque yo no soy un tipo vago ni nada parecido. Trabajo, me levanto temprano, hago lo que puedo. Pero no siempre alcanza. Ella también está con los niños en la casa, no digo que sea fácil para ella, pero soy yo el que se preocupa porque no falte el pan, y eso no valora.
Hay días que se complica, que las cosas no salen bien, y en vez de tener una compañera que me entienda, siento que tengo una jueza en casa. Me reclama porque gano poco, si no hice extras, feriados, y demás.
A veces me esfuerzo solo para verla feliz. Me mato trabajando, hago esas horas extras, me privo de mis cosas. Y cuando llego con algo para ella, enseguida cambia el humor. Ahí sí, me dice que me quiere, que soy un buen marido. Pero cuando se acaba la plata o digo que no puedo gastar más, se enoja demasiado luego.
Malgastadora
Ella es malgastadora. Se supone que cuando le doy plata debe preocuparse primero porque no falte para el súper, pero ella lo primero que hace es comprar algo personal para ella, ropa, zapatos y esas cosas, maquillaje también.
Yo le digo bien, que debe pensar en que puede faltar la plata, pero no. Incluso en el sexo estamos mejor cuando hay plata. Parece luego como que me quiere premiar con eso. Y me gustaría poder tener buena intimidad con mi señora incluso en los días de vacas flacas. Yo ya no sé cómo llevar esta situación, y me hace sentir poca cosa también ¿Qué me aconseja?
La respuesta
Buen día mi estimado Braulio, posiblemente tu señora no escuchó bien, cuando el sacerdote dijo “en la pobreza…” solo se quedó con la segunda parte. Entonces, esto amerita un diálogo interno contigo mismo, preguntándote qué otros valores como hombre tenés para que le gustes a ella, una vez que los tengas y sintiéndote fortalecido, tendrías que tener una conversación sana y tranquila con ella. Reconociéndola lo que hace en casa por la familia y citando todo lo que vos también contribuís en eso. A la par preguntándole qué piensa o cree como debería ser una relación de pareja en lo social, en lo económico, en la intimidad, en las responsabilidades y compromisos (sin sacarle en cara su proceder). Darle tu forma de pensar al respecto, de acuerdo a lo que te responda, vas a tener un mejor panorama de con quién estás. De igual manera, vas a poder saber si hay posibilidad de cambio por el amor tuyo, por afecto y predisposición que de ella está dispuesta a dar para mejorar la relación para ambos. Éxitos.
