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Hay personas -con mayor frecuencia mujeres- que tienen la capacidad para detectar situaciones peligrosas o engañosas que otros no pueden percibir de buenas a primeras. Si bien, la intuición es un arma poderosa, hay que aprender a usarla, enfocándote en lo que querés lograr con ella.
Te sugiero, antes de poner a tu marido en el banquillo de los acusados, uses esa intuición para tomar una actitud activa con miras a recuperar el apetito sexual del que “te mueve la estantería”. Pueden ser varios los factores por los cuales las ganas van en picada y hasta variar de un momento a otro. No te dejes llevar por los tabúes que hay respecto al rechazo en la cama, a veces se tienen expectativas muy altas de lo que es una vida sexual activa.
Sin embargo, desde el estrés, malas experiencias sexuales, problemas de relacionamiento, hasta algunos trastornos pueden jugar en contra a la hora de la verdad. Por eso es importante hablarlo con tu pareja, confiar y escuchar a fin de realizar algún ajuste en la relación o buscar ayuda profesional si es necesario.
A veces es “culpa de la monotonía”, pero no la de Shakira, sino más bien me refiero que al practicar siempre las mismas posturas o repetir los mismos escenarios, con el tiempo, contribuyen a desmotivar “hacer el salto del Tigre”. En ese momento es cuando se te debe encender tu lamparita, tener iniciativa y probar algo nuevo bajo las sábanas o descubrir diferentes maneras de avivar la pasión.
¿Cómo? Dejando de lado las preocupaciones o inseguridades propias de cada uno, buscando ser lo suficientemente cómplices y creativos con besos, caricias, juegos y risas para activar el “modo placer” juntos.