Aunque te cueste creer, existen muchos casos como el tuyo. Se suele tratar de mujeres jóvenes que han desarrollado alguna clase de admiración o veneración hacia hombres mayores que tienen características especiales como: elegancia, buen trato, conocimientos, experiencia, autoridad, buen nivel socioeconómico y a los que llegamos a ver como el conjunto de todo lo que una mujer desearía.
Aunque también los hombres jóvenes pueden llegar a tener parte de esas características, hay que reconocer que para llegar a un nivel elevado de experiencia, sabiduría y conocimientos solo se llega con los años. Esto se suele dar en los maestros de la universidad, los directores de las empresas, personas de autoridad como algunos de muchos ejemplos.
Pero la mayoría de estos casos solo se trata de un gran a afecto, admiración y cierta dependencia emocional, mientras dure dicha relación. Pero hay mujeres jóvenes que tienen baja autoestima, que han sufrido carencias emocionales en la infancia, abandono o ausencia del padre o de alguna imagen de autoridad capaz de ofrecer seguridad y acompañamiento durante la niñez y la adolescencia.
Eso no se da en todos los casos, sabemos de madres solteras que han sabido suplir con éxito esa falta o vacío. Lastimosamente, existen hombres que se aprovechan de esa situación obteniendo así sexo y placer con jovencitas que necesitan valoración y autoestima, ofreciéndoles falsa seguridad.
Pero también existen hombres mayores con sentimientos reales y sanos, que han sabido construir una relación verdadera basada en el amor y respeto con mujeres jóvenes, a las que han sabido darles su lugar y la suficiente seguridad para ir en busca de su realización personal, profesional y familiar.
Hombres que , lejos de aprovecharse, han sabido ser amigos, amantes, maestros, protectores y, en ocasiones, ser también padres. Vos deberías buscar ayuda profesional para poder trabajar en tu autoestima, para lo cual será vital buscar, encontrar y analizar el origen de tu falta de amor propio y trabajar en ello. Por eso es que buscás constantemente llenar con sexo tu necesidad de valoración, aceptación y sentirte necesaria, aunque sea por un rato.
Cuando termina el sexo, toda esa sensación de ser importante desaparece y volvés a tu otra realidad y te volvés a sentir deprimida y usada.
Quiero que entiendas que no estás enferma, sino que te falta recuperar tu fuerza de voluntad, aprender a amarte a ti misma y encontrar tu propio valor, que no es que no los tengas, sino que está escondido. La terapia psicológica puede ser de gran ayuda.