Tagüide Picanerai Etacore está viviendo un momento histórico, no solo para él, sino también para todo su pueblo. El joven, oriundo de la comunidad de Campo Loro, en el departamento de Boquerón, ya se recibió y hoy es oficialmente el primer abogado Ayoreo Totobiegosode del Paraguay.
Este logro representa un paso enorme para su comunidad, que durante décadas luchó por el reconocimiento de sus derechos, especialmente de los Ayoreo que viven en aislamiento voluntario. Parte de esa lucha quedó plasmada en su tesis universitaria, presentada en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, titulada:
“Encuadre constitucional sobre los derechos del pueblo Ayoreo Totobiegosode en aislamiento voluntario en Paraguay”.
Días antes de su defensa final, el 23 de noviembre, Tagüide compartió una foto de su libro de tesis recién impreso.
“Se viene una semana más que importante en lo personal y en lo colectivo. Una vez hecha la defensa, que será en los próximos días, me convertirá en el primer abogado Ayoreo”, escribió.
Ese logro finalmente llegó. Tagüide defendió su trabajo, aprobó y se convirtió oficialmente en el primer profesional del derecho dentro de su comunidad, marcando un hecho histórico para los Ayoreo Totobiegosode.
Pero su camino no fue fácil. Él mismo lo contó en un texto publicado en sus redes bajo el título “Niño descalzo, experiencias de vida”, donde relató parte de su infancia en el Chaco.
“Nunca podré olvidar cuando, de niño, iba a la escuela descalzo en la comunidad de Campo Loro. Sí, descalzo en pleno invierno y con hambre día por medio”, escribió.
Contó que, si tenía suerte, podía llevar “dos galletas secas” para la merienda, las cuales solía compartir con sus compañeros.
“Sé lo que significa caminar sin zapatos, ya sea con frío o calor, en el Chaco. Saber lo que es tener sed y hambre”, recuerda.
Aun así, decía que siempre quiso ser un buen alumno y señalaba que en ese tiempo no existía la merienda escolar.
Su compromiso con su pueblo no es nuevo. En agosto pasado, Tagüide formó parte del equipo que encontró el cuerpo del empresario Wenceslao Benoit, desaparecido en la zona de Cerro León. Tras el hallazgo, también compartió su reflexión sobre esa experiencia:
“Nuestra metodología fue buscar rastros de aproximadamente 3 a 4 días atrás. Conocimiento y sabiduría efectiva. Sin uso de drones, sin GPS, sin super tucanos, sin perro rastreador. Demostración efectiva y real que nuestra relación con la naturaleza no es ficción.”
Esa capacidad de lectura del monte y de entendimiento profundo de su territorio forma parte de la identidad Ayoreo, y Tagüide la lleva consigo incluso ahora, ya convertido en abogado.