29 abr. 2024

Para algunas mujeres casarse no es suerte sino la cruz, he’i pa’i

Monseñor Ricardo Valenzuela explicó en la misa de Caacupé que no para todos el matrimonio es la mejor opción.

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La homilía del obispo Valenzuela en los últimos días de la cuaresma.

Basílica de Caacupé

Durante la misa dominical en el santuario de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela habló de la cruz que llevan las personas.

Primero se refirió a las personas solteras que no se sienten realizadas por no encontrar a su media naranja.

Afirmó que los que están en esta situación se encuentran ante una elección.

“Continuar dándole vueltas en torno a este problema durante toda la vida, una solterona amargada o aceptando la situación reconciliándose consigo misma y dándose cuenta de que la vida no está todo en eso, que hay un mundo de posibilidades”, dijo el obispo.

Luego, se refirió a los casados, porque no para todos los solteros el matrimonio es la mejor opción.

“Para cuántas mujeres el haberse casado no fue precisamente la mayor suerte de su vida, sino tal vez la mayor cruz”, afirmó monseñor Valenzuela.

Mencionó que ha conocido personas que después del gesto de aceptación, cuando tal vez no lo pensaban, de forma inesperada pudieron ser felices, por eso recomendó fortalecer la fe y la oración.

“Otras han continuado siendo solteras y no se han casado, pero han encontrado un interés y fin que le llenó su vida”, dijo.

“A veces, por ejemplo, fallece un familiar cercano y dejan criaturas muy pequeñas. Entonces se dan cuenta que nadie va a hacerse cargo de esas criaturas. Renuncian a sus proyecciones personales para dedicarse a atender a estos niños”, siguió el obispo. En todas estas situaciones habló de aceptar la cruz, dejar de apegarse al egoísmo, la soberbia, al orgullo y la arrogancia, preguntarse a sí mismo en qué estamos.