Mujeres conductoras de Bolt, apoyadas por choferes varones de la misma plataforma, lograron en la madrugada de ayer, echar en una trampa a un supuesto violador serial.
El presunto depravado fue reconocido por cuatro trabajadoras del volante que fueron víctimas de sus ataques y una mujer que no pertenece al grupo.
Se presume que hay más víctimas trabajadoras de Bolt, que por vergüenza o miedo, no denunciaron los abusos.
Leticia Vargas, presidenta de la Asociación de conductoras de Bolt, señaló a EXTRA, que el primer ataque sexual se dio el 25 de febrero pasado a las 4 de la mañana.
Esa vez el hombre pidió el servicio de opción mujer y la conductora, como tuvo poco trabajo aceptó y fue al servicio.
La conductora fue sobre la avenida Von Polesky, en la ciudad de Villa Elisa, en el departamento Central, indicó. Allí, el presunto abusador serial Nery Talavera (29), subió al vehículo y le pidió supuestamente irse a traerle a su mamá enferma de su casa de la calle Carapeguá y llevarla al IPS Ingavi, en Fernando de la Mora.
Al llegar a la zona donde estaba la casa de su supuesta madre el tipo sacó un cuchillo y le dijo a la mujer que se quite la ropa. Ella se resistió y sufrió cortes en las manos, caderas, piernas y brazos.
Pateó ahí abajo
La trabajadora no quiso denunciar. Logró darle una patada ahí abajo al hombre. Luego le convencieron y fueron a la fiscalía. El caso murió ahí.
Luego otras 3 mujeres más fueron atacadas por el mismo hombre en la misma zona.
Leticia dijo que comenzaron una investigación sobre el abusador que tenía como patrón pedir servicios de Bolt mujer entre las 3 y 6 de la mañana, mientras que sus destinos eran siempre desde Von Polesky, entre Brasil y Chile, al IPS Ingavi o la calle Campo Vía.
Añadió que comenzaron a ver lugares que tenían cámaras y así pudieron conseguir una imagen clara del tipo y comenzaron a ingeniar como agarrarlo.
Pedido final
Los trabajadores lograron identificar al supuesto abusador y decidieron que era hora de actuar y agarrar al hombre.
En la madrugada de ayer cayó un pedido del cual estaban seguro era del depravado. Allí se movilizaron al menos 30 conductores de Bolt y siguieron a la conductora que era la “carnada”.
La misma alzó al hombre sobre Von Polesky, en Villa Elisa y se dirigió al lugar donde eran cometidos los ataques. Al llegar y cuando el hombre iba supuestamente atacarla fue agarrado por la turba.