“Ya no sabemos qué hacer, estamos desesperados”, lamenta María Barreto (55), quien desde el viernes prácticamente vive encerrada en su casa, en el barrio Santo Rey de Concepción.
El motivo es la presencia de un monito mirikiná macho muy agresivo que mantiene en zozobra a su familia.
Cerca de las 10:00 de ayer incluso mordió la mano izquierda de una embarazada de 9 meses de gestación, que tuvo que ser llevada de urgencia hasta el hospital.
Es muy agresivo y a una le tiró un hueso
“Parece que odia a las mujeres, porque con los hombres no es bravo”, dijo María a EXTRA.
Por precaución no deja abiertas puertas ni ventanas, por miedo a que la vuelva a atacar.
Se transformó
“El miércoles al mediodía apareció y entró en nuestro patio para pedir comida. Era amable, divertido era, pero ayer (el viernes) me atacó tres veces y hoy (por ayer) me iba a atacar otra vez, pero por suerte estaba mi marido y por eso no me atropelló”.
La primera vez no logró su objetivo, porque la doña se defendió con un balde de agua y un palo.
“Pero igual no me dejaba ir a ningún lado, incluso me quiso morder y yo corrí y le grité a mi hijo y a mi marido y ahí salieron para defenderme”, contó.
María mencionó que el monito la atacó a traición, porque se acercó a ella por detrás y le “gritó” como enrabiado, pero ella lo espantó.
“Es un peligro”
“La chica embarazada estaba sentada (en el patio) y en su regazo estaba el mono. Entonces le dijo su marido ‘no te muevas’ por eso ella no se movió y ahí le mordió, la herida que tiene es como un corte de cuchillo. No sabemos si tiene rabia, para mí que no tiene, solamente que no nos quiere a las mujeres”, María Barreto, afectada.
Territorial
Se adueñó de la casa y no quiere salir
María contó que el monito se siente cómodo en su casa, porque tiene muchos árboles y plantas.
Desde la altura molesta a las mujeres, incluso se toca las partes íntimas para tentarles y luego se baja y las atropella, según contó. “Ayer (el viernes) alzó un hueso, luego se subió al árbol y me tiró muy fuerte”. “Hoy (por ayer) estaba caminando por acá y no me estoy descuidando más de él, porque da vuelta por nuestra casa y luego sube por los árboles”, apuntó la afectada.
Pide ayuda urgente
“No quiero que le maten”, dijo.
María acudió a los Bomberos, a la policía y a grupos animaleros, pero hasta ayer nadie lo rescató aún, le dicen que no pueden o que no hay lugar para él.
“Nadie vino por él, ayer (por el viernes) me mintieron, porque cuando a mí me atacó le llamé a los Bomberos y me dijeron que iban a venir enseguida, a las 16:00 mi mamá les llamó otra vez y le dijeron que no pueden salir de la ciudad”
“También le llamamos a la policía y ellos dijeron que no tienen armas para matarle, pero yo no quiero que le maten”, indicó la doña.