Un mes después de que Óscar Ramos muriera electrocutado en su lugar de trabajo, la familia aún no encuentra paz ni respuestas.
Óscar tenía 28 años, una esposa que lo esperaba en casa y un hijo de 4 años que todavía pregunta por él. El 15 de octubre salió a trabajar a Asunción como siempre y nunca volvió. Al intentar abrir el portón eléctrico del salón de eventos donde trabajaba, una fuerte descarga lo mató en el acto.
Ya con el dolor encima, la indignación de la familia estalló cuando se enteraron que supuestamente, el ex patrón de Óscar hasta estaría planeando ir de vacaciones a Brasil este fin de semana, como si nada hubiese pasado.
El joven dejó viuda a su esposa y huérfano a su hijo de apenas 4 años. Vivían en Capiatá, pero Óscar era de Quiindy, donde toda la familia lo llora. Según Victoria Ramos (36), hermana del fallecido, después del accidente, el patrón , identificado como Rolando Miralles, solo puso G. 6 millones para el funeral.
“Ni siquiera nos dio el pésame”, contó a EXTRA entre lágrimas. Además, señaló que los demás compañeros ya habían reclamado varias irregularidades de la empresa, pero que nunca se les hizo caso. “Ese portón ya tenía luego problemas, se avisó al jefe y nadie arregló hasta que pasó lo de mi hermano”, contó.
La abogada, Lurdes Escobar, asegura que el fiscal Federico Leguizamón ni siquiera citó a los responsables. Escobar afirma que hay pruebas suficientes de irregularidades laborales en el lugar, pero la justicia no actúa. “Hay elementos suficientes para que se realice la imputación”, señaló.
Cuando la familia hizo un escrache en redes sociales para visibilizar el caso, el abogado de la empresa solo se comunicó para pedirles que borren la publicación.
Marcha por justicia
La familia convocó a una manifestación para este viernes desde las 7:30 de la mañana frente a la fiscalía. Van a participar familiares y amigos tanto de Quiindy como de Capiatá. Quieren presionar a las autoridades para que el caso no quede en opa rei.
Otros accidentes laborales
1 Asunción: El 15 de noviembre pasado, un hombre de 49 años, quien estaba trabajando en un tinglado, cayó desde una altura de doce metros y perdió la vida en el barrio Republicano. El nombre de esta víctima no fue revelado en los informes iniciales. Aunque los bomberos lo auxiliaron, ya no hubo nada que hacer por él. Se cuestionó la falta de seguridad laboral.
2 En Pilar, Ñeembucú: El operario Rufino Fernández (49) sufrió graves lesiones al electrocutarse el pasado 2 de noviembre mientras hacía trabajos de cableado y caer desde una escalera.
3 En Itapúa: Un accidente en un taller mecánico acabó con la vida de Richard Rojas (31) el 3 de octubre, tras la explosión de un tanque de combustible.