Anteayer una ambulancia circuló a toda velocidad en la frontera no precisamente para salvar la vida de una persona, sino para huir de la policía brasileña.
En su interior viajaba con una pistola aparentemente ilegal Alexis Chamorro Gómez, guardia de seguridad. Él dijo trabajar para el intendente de Zanja Pytá, Manuel Ramón Velázquez.
La ambulancia tenía la chapa municipal mientras circulaba en la ciudad brasileña de Ponta Porã. Cayeron en un control rutero pero el conductor simuló que pararía y no lo hizo.
Ocurrió entonces una persecución hasta que ingresaron al territorio paraguayo donde finalmente les alcanzó la Policía Federal, según destacó el portal Campo Grande News.
“El conductor de la ambulancia fue puesto en libertad. El guardia de seguridad fue enviado a la Comisaría de Ponta Porã", señala el portal.
El hombre será procesado por el delito de posesión ilegal de arma de fuego de uso restringido. En su defensa, dijo que le dio el arma un comisario paraguayo.
Los uniformados explicaron que no invadieron el territorio paraguayo para arrestarlo porque existe un acuerdo que tanto policías brasileños como paraguayos puedan cruzar la frontera en una persecución.
“No era un santo”
El intendente de Zanja Pytá, Manuel Ramón Velázquez, estuvo en medio de un escándalo en febrero pasado por la ejecución de Anselmo Medina (44) en Ponta Porã.
Medina le había acusado al intendente de atacar a su honor en sus programas de radio. Sin embargo, el político dijo que nunca fueron enemigos, aunque el hombre “no era un santo”. Le acusó de dedicarse a la explotación de la prostitución y al narcotráfico.
El uso irregular de ambulancias municipales es algo que se registra con frecuencia en la frontera. En agosto del 2007 un móvil de la municipalidad de Coronel Sapucaia de Matto Grosso do Sul, fue descubierta transportando heridos y droga.