Javier Arizaga fue hasta el Banco Nacional de Fomento con su cheque y el de sus compañeras de la Municipalidad de San Pedro del Paraná (Itapúa), para efectivizar el adelanto de sueldo en la quincena del mes pasado.
Al llegar a la caja, entregó al funcionario del banco todos los cheques, pero aparentemente el cajero se confundió y le dio más dinero de lo que correspondía. Afortunadamente, cayó en manos de un joven honesto.
“Cuando retiré el dinero y les entregué a todas lo que les correspondía, me sobró esa plata y fui a devolverle al cajero”, mencionó Javier a Itapúa en Noticias.
Cuando contó a sus compañeros lo que pasó, todos quedaron sorprendidos. Algunos le dijeron que “no pasaba nada si se quedaba con la plata”, otros señalaron que “no era su responsabilidad entregar el dinero porque no fue su error”; sin embargo, Javier hizo lo que su conciencia le dictó.
“Al pobre tipo le iba a perjudicar mucho si no hacía eso”, afirmó. No es la primera vez que Javier realiza un acto de honestidad, hace poco tiempo encontró un celular de último modelo y buscó a su dueño hasta que le entregó el aparato en sus propias manos.