06 nov. 2025

Festejó sus 102 años con sus hermanos de 100, 99 y 87 años

En su día a día no puede faltar su hora de rezo. Es muy sano, va a la despensa solito para comprar sus cositas.

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Don Eusebio con sus hermanos

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Con su traje hovy y rodeado de casi 200 de sus familiares, don Eusebio Cristaldo festejó sus 102 años, en la compañía Ka’undy, de Félix Pérez Cardozo, Guairá.

El karai viene de una familia que tiene en la sangre la longevidad y todos sus hermanos viven muchos años, contó su hija Marcia Cristaldo.

Don Eusebio tiene 6 hermanos, él es el mayor. Luego viene su hermano Leandro, también de Ka’undy, que en febrero pasado cumplió 100 años; la tercera es Nicolasa, que cumplió 99 años en setiembre y vive en barrio Obrero de Asunción.

Además, su hermana Catalina tiene 87 años, Adulfo 83, y la menor de todos es Irma Bella, de 76 años. También tiene una hermana en Argentina, Juana Gabriela, de unos 90 años.

Su rutina

Don Cristaldo tiene como pasatiempo ver la televisión. Le gusta coser, pero su actividad que no debe faltar todos los días es rezar el rosario. Dedica una hora en encomendarse a Dios y pedir por sus seres queridos.

“Él camina bien, se va al almacén que está cerca de casa. Dice que a veces le falta su petaca’i (caña). Muchas veces la botellita nomás ya encontramos en su pieza”, contó su hija.

A sus 102 años, el señor no toma ningún remedio, se mantiene fuerte y lleno de salud. A veces le dan yuyos por un chillido en el pecho de su tiempo de fumador. “Llegar a esta edad depende del Todopoderoso. De todo como, pero lo que más consumo es vaca kamby”, detalló don Eusebio, quien toda su vida se dedicó a la agricultura.

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Gentileza

Tiene una familia muy numerosa

Don Eusebio tiene 10 hijos, de los cuales 9 fueron con su difunta esposa Alejandra Encina.

Actualmente, sus descendientes llegan a 32, entre nietos, bisnietos y tataranietos.

Si bien cumplió 102 años el pasado 29 de octubre, le festejaron el pasado domingo, recibió serenata de sus familiares. Luego, se fueron agrupaciones musicales y mariachis para alegrar el día. El asadacho fue abundante y don Eusebio tenía un pedido especial: usar ropa azul.