María Ortiz (72) es una de las pioneras en el “Club de tejedoras”, un grupo de mujeres de todas las edades y nacionalidades que cada semana se reúnen para hacer lo que tanto les gusta, que es tejer. Allí no solo comparten técnicas de crochet, sino también se divierten hablando y merendando, actividades que según ellas, tienen un efecto terapéutico.
Actualmente, cuentan con 10 integrantes y están abiertas a todo público.
La idea surgió en el 2021, cuando recién se estaba volviendo a la normalidad, luego de la pandemia. Como en ese momento muchas personas se sentían solas y estresadas por el aislamiento, María decidió abrir el club, para todos aquellos que quisieran tener una nueva experiencia con nuevos amigos, y de esta manera, seguir con el legado de su mamá, quien había pertenecido al primer club de tejedoras del Paraguay.
En contacto con EXTRA, Andrea Arenas, una de las integrantes, comentó detalles sobre su experiencia.
“Las reuniones se realizan todos los martes de 14:00 a 17:00 hs en la Parroquia San José Obrero del barrio Villa Morra. Nosotras hicimos la invitación por redes y lo más peculiar del grupo es la gran cantidad de extranjeras que hay. Están desde venezolanas, argentinas, colombianas y mexicanas”, comentó.
Como familia
Andrea agregó que para ellas, el grupo no solo significa ir a tejer, sino que es un espacio seguro donde pueden distraerse de sus problemas y tener conversaciones de corazón a corazón, por lo que hasta se sienten en familia.
Gilma Correa, de nacionalidad colombiana, también formó parte del grupo pero lastimosamente tuvo que ir a otro país, sin embargo a pesar de la distancia, sigue en contacto con el grupo.
“Al encontrar este club fui uniendo con el tejido social, solidario y de amistad que hay en él los pedacitos que quedaban de mí en ese momento. Me fortalecí aprendiendo, riendo, compartiendo. Tejemos cosas hermosas y lo más importante es que juntas formamos una red que nos sostiene, que nos fortalece y que nos llena de ganas de seguir adelante”, señaló.
Por su parte, Luisa Martínez, también compartió su felicidad de pertenecer al club.
“Los martes son como nuestros días sagrados. Este espacio me hace muy feliz, me anima a compartir experiencias y tejer proyectos. Se siente como todas están dispuestas a ayudar. Así en un espacio de afecto podemos conversar y merendar juntas muy alegres.”, expresó.
Aseguran que aunque de momento son todas mujeres, las puertas también están abiertas para los arrieros que deseen sumarse.
Proyecto solidario
En el “Club de tejedoras” no solo se apoyan mutuamente, sino que también comparten su alegría con otras personas, donando a hospitales y asilos de abuelos las mantitas y prendas hechas por ellas mismas, con tanto amor.
Aseguran que al club también llegan mujeres que desean aprender desde cero, por lo que animan a participar a todas las personas que deseen vivir una nueva experiencia. Solo se requiere llevar sus propias agujas e hilos, ganas de aprender y mucha buena onda.
Las personas interesadas en participar de las reuniones pueden contactarse al 0983 353 323.