Colocó sus zapatos a un lado, como si por fin quisiera descansar. Se recostó en silencio contra la columna de una casa y, sin decir palabra, comenzó a toser. Allí, en una calle sin nombre del barrio La Merced de San Antonio, su vida se apagó.
Don Julio César G. T., tenía 42 años y vivía en situación de calle. A las 18:00 de ayer, su cuerpo fue encontrado sin signos de vida, sentado y recostado en una columna de concreto, sobre la calle Paso de Patria.
Fueron los vecinos quienes alertaron al 911. Los agentes de la Comisaría 24ª Central llegaron al lugar rápidamente, a cargo del oficial segundo Gabriel Benítez y el suboficial Brahyan Peralta. Al verlo inmóvil, pidieron ayuda a los Bomberos Voluntarios, que confirmaron lo que todos temían. Julio ya había fallecido.
Según comentaron personas que lo conocían de vista, padecía de tuberculosis y además consumía sustancias estupefacientes. Dormía donde podía.
Intervinieron en el caso la fiscala interina Sandra Ledesma y su secretaria Dahiana Romero. También acudieron al sitio el médico forense y personal de criminalística. El diagnóstico final fue claro. Julio murió a causa de una EPOC complicada (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), un mal que afecta los pulmones y suele empeorar con el consumo de drogas y la falta de atención médica.
Su cuerpo fue entregado a su hermano, Miguel G, quien se encargó de los trámites para darle sepultura.