Ever Blanco, dueño de un conocido supermercado del barrio Ybycu’i de Concepción, ya no sabe adónde recurrir para pedir que le devuelvan a la perrita de su hija, a quien hace dos años, con tanto amor, adoptaron de la calle.
En noviembre del año pasado, su Blanquita, como le pusieron de nombre, desapareció. Una semana después supieron que supuestamente le llevó su vecina, una doctora, quien se mudó a tres cuadras y decidieron hacer la denunciar del hecho, ya que la señora no estaba dispuesta a devolver.
“Un año y ocho meses le tuvimos en casa. Ella era la mascota del súper y mi vecina vivía al lado, imposible que no sepa que supuestamente su perra estaba allí”, lamentó el señor.
El caso es tan único que incluso lograron hacerle Cámara Gesell, una habitación condicionada para permitir la observación de personas, para lograr ciertas declaraciones o historias que sirvan para la investigación. En este caso, peritos fiscales pusieron a Blanquita adentro.
“Cuando llegó, ella anga estaba encapuchada, para que nos nos vea ni reconozca. Cuando empezaron a nombrarle ella movía la colita”, relató quien asegura ser el humano de la pichichus.
Uno de los pasos que él esperaba que disponga el Ministerio Público era que la caniche pueda estar en un lugar neutro, mientras dure el pleito judicial.
“Yo propuse un refugio. Entonces que cada uno le visite y le lleve comida, pero hasta ahora no se realiza ese procedimiento. Ahora si que vive en la casa de la empleada de la doctora, que queda a unas diez cuadras más o menos”, lamentó.
Cambió de carátula
Como estrategia, junto a su abogado, don Blanco pidió el cambio de carátula ante el Ministerio Público. “Yo no es más por apropiación sino por hurto. Si es por hurto debe ser imputada la señora. Nosotros demostramos que es nuestro, presentamos documentos de cirugía de su colita cuando un cliente le pisó”, indicó.
Lo que más lamenta es que desde la Cámara Gesell, realizado hace dos meses, todavía no elevaron informe oficial, aunque según supo, ya llegó en la Fiscalía local.
“No sé por qué atajan todo. Ya parece algo político, porque la doctora tiene varios contactos con políticos de esta zona. Se encapricha por nosotros. Si era su perrita, ¿por qué esperó tanto tiempo para agarrarle? si vivía al lado”, opinó.
El abogado de la familia, Jhonny Krauer, explicó que sería el primer caso del país que se investiga el robo de una mascota ante la Fiscalía.
Vida paralela
Según la otra familia, Blanquita se llama Pandora y se perdió hace casi dos años. Había sido mascota de la hermana de la doctora, pero se perdió y ya nunca nadie supo de ella.
¿Qué es?
Cámara Gessell son dos habitaciones separadas con un vidrio donde el investigador observa a la víctima, mientras da su testimonio. Por lo general es para no revictimizar a niños, adolescentes o personas en condiciones especiales.