27 abr. 2024

Pasan cosas “raras” en Viernes Santo, cuentan

Estos relatos te dejarán con la piel de gallina. Algunas creencias que encierra la Semana Santa.

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Emmanuel contó que vio a una especie de bruja un Viernes Santo. Se salvó al rezar a San Benito.

Ilustración

Silencio, penitencia, ayuno y abstinencia caracterizan a la Semana Santa. Estos días también suelen esconder grandes misterios, según los relatos de los internautas.

Kyhyje Paraguay Oficial es un popular grupo de Facebook con más de 57 mil miembros. Allí se cuentan historias paranormales.

Anita, una colaboradora de la página escribió: “Supuestamente los Viernes Santos suelen pasar cosas paranormales. ¿Te pasó? ¡Contanos!”

Emmanuel, de Concepción, contó que un Viernes Santo cruzó un campo “prohibido”, donde un indígena se había quitado la vida.

Miedazo

Ese día, vio algo que lo dejó congelado.

“Yo me encontré con una bruja súpervieja, se enojó porque la ignoré mientras iba pasando por un camino. Decía conocer a San Benito y lo odiaba muchísimo. Cuando usé su oración se volvió loca, furiosa, su cara me decía que debía tener más de 200 años”, recordó.

Ariel, por su parte, relató la historia de una pareja que hizo el ku otro, pero supuestamente les salió mal. Según la religión, ese día no se debe comer ningún tipo de carne, como una penitencia.

Dijo que al hombre se le pusieron completamente negros los ojos y empezó a decir que era otra persona, mientras seseaba como una víbora.

La novia, que antes era de un grupo carismático, le habló a su novio por su nombre completo y le ordenó volver en sí, he’i.

Triste final

Isabel también dijo haber vivido una situación fuera de lo normal un Viernes Santo. Comentó que junto a su familia siempre se iban a bañarse en un tajamar, pero un año todo cambió.

“Un Viernes Santo todos estábamos en el lugar y miramos nuestro reflejo en el agua y una de mis hermanas no tenía cabeza, o sea su cabeza no se reflejaba en el agua, y todos nos reímos de ella. Ese año ella murió, tuvo meningitis y eso le llevó, era el mas agresivo”, fue su relato de la tragedia.

También dijo que trabajaba en un supermercado que abre todos los días del año y donde cada Viernes Santo pasaba algo malo. “Una vez, de la nada, explotó el vidrio del spiedo. Otro año, la heladera de lácteos se quemó todito”.

Mabel recordó que un Viernes Santo de madrugada estaba en la casa de su abuelo, toda la primada hablaba en la cocina cuando de repente empieza a “llover” pomelos.

“¡Dios santo! Nos re asustamos. Los pomelos venían del fondo de la casa es un patio enorme lleno de plantación de árboles frutales y nadie en su sano juicio iba a ir hasta allí una noche oscura a tirarnos las frutas solo para asustarnos”, comentó.

Creencias populares paraguayas

  • En el libro de Dionisio González Torres, en su obra “Folklore del Paraguay”, recoge todas las creencias y tradiciones que realizamos en estos días.
  • No se camina, no se corre, no se barre…
  • Quemar en Viernes Santo hojas de laurel y de pindo karaí, para tener suerte y para ahuyentar malos espíritus de la casa.
  • En Semana Santa hay que preparar un “relique” (reliquia) especial: colocar en una bolsita de tela un trozo de pindó karai, ruda y sal, todos previamente bendecidos por un sacerdote, y llevarlo como amuleto al cuello.
  • Para atraer suerte y tener muchos bienes, hay que recorrer siete iglesias para el Tupaitú (postrarse y besar la cruz).
  • Si se posee mujer en Viernes Santo (o en Semana Santa), uno se queda “maldito” toda la vida. O “trancado” en el acto sexual.

Otras creencias, más universales:

  • Hay que evitar vestir alguna ropa de color rojo, porque representa al ser maligno, el diablo.
  • El Viernes Santo no hay que comer carne vacuna o de otro tipo de animal que no sea pez, porque significa estar en pecado.
  • Cubren los santos en Cuaresma y Semana Santa con un manto, generalmente lila para no “roban” la atención en un día de reflexión.
  • No mirarse al espejo Viernes Santo remonta desde siglos atrás y sería como un recordatorio para evitar nuestro deseo físico, una especie de “ayuno” de vanidad.