23 dic. 2025

Joven conductor perdió el control y atropelló un puesto de pesebres

El auto casi se llevó por delante también la casilla donde dormían dos niños.

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Adornos y pesebres de barro quedaron destruidos tras el accidente ocurrido en Concepción.

El estruendo fue tan tremendo, que Liliana Ortega gritó del susto.

Un segundo antes, ella estaba acomodando las piezas de barro que vende en el paseo central de la avenida Eligio Ayala de Concepción.

Cuando estaba a punto de cruzar de nuevo para agarrar otras figuras, un auto le cruzó por enfrente, chocó contra los juguetes del pesebre y terminó echando una columna que sostenía el techo del pequeño galpón donde dormía sus hijos.

“Se fue corriendo a revisarle a mis hijos. Salió temblando. Por suerte no les pasó nada”, relató a EXTRA Pedro Vega, esposo de Liliana.

Amanecido

El hecho ocurrió a las 7:00 del domingo. Un auto de color negro fue el que chocó contra un puesto ubicado en el paseo.

Según el relato, el vehículo perdió el control desde el Palacio de Justicia y en la rotonda, ya no pudo retomar su camino.

“El muchacho estaba solo y bajo los efectos del alcohol. Unas vecinas salieron para cerrarle el paso, porque quería ‘correr’ parece”, explicó.

Don Vega contó que en ese momento no estaba en el puesto, ya que estaba en el Mercado comprando algunas mercaderías.

“Me llamaron y enseguida me fui. Ahí ya le encontré a los padres del muchacho”, indicó Pedro.

El trabajador indicó que se dijo de todo en redes sociales, por lo que ya no quería dar declaraciones, pero finalmente aseguró que él presentó una lista del presupuesto que destruyó el joven.

“Hablamos bien. Reconocieron que su hijo falló demasiado grande, porque mis hijos estaban. Por suerte no pasó nada, pero igual me perjudicó”, expresó.

Contó que en un principio el perjuicio ascendía unos G. 3.100.000, ya que las piezas de pesebre eran unas de las más lindas y trabajadas. Además tenía también adornos para jardín, entre otras cosas de artesanías.

Dijo que los familiares del conductor le pidieron bajar los costos.

“Me di cuenta que también son humildes y entonces arreglamos por G. 2.500.000 y que arreglen el galpón al dueño”, detalló.

Acuerdo

En un principio corrió la voz de que no hubo acuerdo entre las familias, pero Vega aseguró que ese mismo domingo se realizó el pago total por los daños. Eso sí, le pidieron el favor de no mencionar el nombre del borrachito.

Hace más de 20 años que la familia Ortega-Vega, oriundos de Areguá, se instala en Concepción para ofrecer sus propias creaciones en barro.