Varios interesados ya se acercaron a completar la ficha para las visitas conyugales, en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Encarnación.
Su director, Gilberto Fariña, explicó que aún se están trabajando en algunos detalles, pero que luego de la presión que ejercieron los internos (casi se amotinaron), el Ministerio de Justicia les dio el “Ok”, pero con estrictos controles.
La prohibición de las visitas por temor a contagios de coronavirus se dio el 18 de marzo, una semana después de la declaración de cuarentena.
Entre las disposiciones que se prevé están: antes de la visita, hacer 14 días de cuarentena en la casa. Llamar al 154 para agendar hisopado. Y con resultado negativo en mano y cédula.
Fariña indicó que “es nuevito” en la institución y que conoce muy poco aún de cómo se manejan las privadas. Lo que sí sabe es que hay un encargado de limpieza y mantenimiento, que es una persona privada de libertad, quien tiene a cargo cobrar un monto “mínimo” a cada uno de los usuarios de las habitaciones. Entre G. 20 a G. 30.000.
“Tenemos dos horarios. El diurno de 09:00 a 16:00 y nocturno de 17:00 a 06:00 del día siguiente. Queremos hacer de a 40 personas por vez, y se usarán 20 de las 50 piezas que hay. Cada uno tiene su baño”, contó.
En el Cereso hay 1.342 internos, de los cuales 58 son mujeres, pero no todos reciben visitas.
El viceministro de Política Criminal, Rubén Maciel, indicó que sería la primera penitenciaría que permitirá las visitas conyugales, aunque aún falta la comunicación oficial del Ministerio de Justicia y también del Ministerio de Salud.