Rossana Cantero (46) por fin encontró una casa ideal para alquilar. Es independiente, espaciosa, buena zona. Cerquita del desvió de Reducto, sobre Ruta 1 km 16 Francisco Solano López y Fidel Maíz. Sin dudar aceptó pagar G. 1.500.00 mensual.
Con ella está su hija y un abuelito de 95 años. Hoy cumplen un mes como inquilinos de la casa y hace un mes exactamente no duermen.
“Yo no sabía el problema que había. Hay un negocio de equipamientos de vehículos, abren cerca de las 12:00 del día y desde las 5 de la tarde y toda la noche - madrugada ponen música a un volumen insoportable”, se lamentó Rossana.
Al comienzo la afectada le entró a la buena. Le pidió que bajan el volumen de su música, que tiene un abuelo anciano, una estudiante que va al Colegio Nacional de San Lorenzo y que necesitaban descansar.
“Se rieron en mi cara. Me dijeron que ellos trabajan. Yo les dije que teníamos derecho a descansar... a dormir. Mi abuelo varias veces lloró de los nervios y yo tomó relajante”, contó Rossana.
DESAFÍO ABIERTO
Los tuneros como sus amigas, las que ven de nochecita al local, se tomaron con ella. Entonces, Rossana comenzó a llamar al 911. Cada día realiza como unas 10 llamadas diarias (ayer lo volvió a hacer) para que hablen con los ruidosos.
“Hartos me atienden el 911 y vienen. Los muchachos bajan un poco el sonido de su música y cuando se va la patrullera comienza otra vez mi infierno. Tengo todo grabaciones, incluso, cuando uno de ellos le da algo a uno de los policías”, agregó.
Rossana habló con el dueño de su casa. El propietario denunció el hecho como polución sonora en la Municipalidad de Sanlo Y de paso, hay otro casa de equipamientos, a metros del lugar (jurisdicción de Capiatá ya) la misma cosa. Los vecinos de la joven alegan que hace 3 años pagan por el local, están al día y no saldrán de ahí. Ella solo pide que respeten el descanso de su familia.