Monseñor Demetrio Aquino está enterrado en la Basílica de Caacupé. Su cuerpo se encuentra a la derecha de la Virgencita.
La construcción del entonces santuario, inaugurado en 1988, se logró gracias al obispo. Es por eso que, desde su muerte, el 12 de agosto de 2003, se ganó muchos devotos.
“Los peregrinos se arrodillan ante él y le piden para su casa propia y ya hay testimonios de gente que lo consiguió gracias a monseñor”, expresó la servidora Gilda Meza.
El obispo se hizo de “fama” gracias a un antiguo caacupeño de nombre Roque Gómez. El poblador hizo correr la voz de que se encomendó al religioso porque sus hijos se casaron, pero ninguno tenía casa para su familia. “Ahora todos los hijos del señor tienen su propia vivienda”, reveló la servidora.
Monseñor Aquino fue el padrino de bautismo de Damián Flecha, sobrino de doña Gilda.
La familia pasó por un momento difícil porque el joven iba por mal camino.
“Yo me encomendé a su padrino, le pedí que lo ayude a mejorar. Increíblemente así fue y ahora mi sobrino viene a la Basílica a orarle”, aseguró la señora.
Su historia
Aquino estuvo al frente de la diócesis de Caacupé durante 23 años (1971-1994) y dio una gran notoriedad a la tradicional fiesta mariana.
Para la reconstrucción del templo, el obispo impulsó una gran campaña durante sus misas. Convenció a los fieles de donar los materiales.
Lo recuerdan por la frase: “Eju pynandi, pero aníke ponandi” (vení descalzo, pero no con las manos vacías). Hombres, mujeres y niños llegaban con ladrillos o bolsas de arena sobre la cabeza para colaborar.
Pobladores de ciudades aledañas llevaban sus donaciones en carretas tiradas por bueyes.
El líder religioso se ganó el cariño de los fieles por sus prédicas en jopará (mezcla de guaraní y castellano). Sus simpatizantes aseguran que recibía a todos con un abrazo y que nunca negó una bendición.
Reliquias
Como reliquia se conserva la casulla y la mitra sacerdotal, además de la silla de monseñor, que están en el museo.
Monseñor Demetrio Aquino también tuvo sus detractores. Fue muy criticado por apoyar y defender el gobierno del dictador Alfredo Stroessner.
Aquino participó abiertamente en encuentros políticos y de gobierno. Hablaba muy bien de Stroessner en sus homilías, contrariamente a su antecesor, monseñor Ismael Rolón, que suspendió en 1969 la procesión de la Virgen en protesta por las violaciones de DD. HH. cometidas por el régimen.