La nación franjeada destapó las sidras una noche antes de Navidad para festejar una victoria superclásica con sabor a pan dulce. Olimpia sacó a relucir su jerarquía para plantarse ante Cerro Porteño, le empató 1 a 1 en los 90’ y lo liquidó en los penales.
Con estilos totalmente opuestos los archirrivales se hicieron daño en el primer tiempo. Apostando a los pelotazos, el Decano sorprendió con un envío largo de Richard Ortiz para Diego Torres que saltó más alto que Alberto Espínola, asistió de cabeza a Pollo Recalde y este arremetió contra el área definiendo por arriba del Popi Muñoz.
Solo 5 minutos duró la ventaja de la O porque el equipo de Chiqui empezó con su piki piki. Arzamendia le robó la pelota en la salida a Ale Silva, trianguló con Carrizo y Aquino para luego cruzar hacia la derecha donde Enzo Giménez conectó para la igualdad. Al emparejar la cuestión, el azulgrana tomó el control del partido desbordando varias veces a la defensa del Rey sin concretar el segundo.
El Expreso adelantó líneas en el complemento y fue mucho más peligroso que su eterno rival. A los 57’ de una pelota parada Roque falló solito con la testa en la más clara. Aún con la expulsión de De la Cruz, Cerro no impuso superioridad y a los 81’ se niveló nuevamente con la roja a Espínola.
Dulce revancha
En el tramo final ninguno arriesgó demasiado y fueron a la dramática tanda de penales donde los más criticados de la O se pusieron la capa. Primero Aguilar para tapar dos penales, a Haedo y Enzo; y después Iván Torres para sentenciar al último campeón desde los 12 pasos. Olimpia avanzó a semis y quiere recuperar su corona.