12 dic. 2024

Antes de morir, su papá plasmó el deseo, él cumplió e ingresó

“A veces sentía que no podía más hasta que encontré la cartita”, dijo. La carta le devolvió esperanzas para estudiar.

Cuando su papá falleció repentinamente, Paulo Pitu Servín quiso renunciar a todo en Asunción y regresar a su natal Santaní. A mediados de noviembre de este año, luego de varios intentos para ingresar a la facultad de Medicina en la UNA, sentía que era hora de dejar de insistir.

Pero, como si fuera que el mismo don Miguel Servín le hubiera mandado la señal que necesitaba, una esquela le devolvió las esperanzas.

“A veces sentía que no podía más y, una vez, buscando algo en mi ropero encontré esa cartita. Eso fue lo que me hizo decir ‘yo tengo que ingresar’. Tres días antes del examen final habilité e ingresé”, relató orgulloso.

La notita era la de los Reyes Magos de enero de este año, la última que le dejó don Miguel en sus zapatos.

“Somos 3 hermanos y siempre nos malcriaron a los tres hijos por igual. Ellos mantenían viva la tradición de los reyes magos. Ponían un regalito y una cartita”, comentó.

Pitu con su papá, Don Miguel Servín.

Pitu con su papá, Don Miguel Servín.

Este año, su padre le deseó que se dé su sueño de ingresar a la facultad. “Porque yo había decidido probar otra vez”, indicó. Paulo contó que desde un principio hubo gente que le advirtió a su papá que era una carrera difícil.

“Demasiado (difícil) y siempre fue consciente que podíamos perder mucho tiempo”, manifestó.

Pero su progenitor nunca bajó los brazos. Miguel murió de un infarto, mientras limpiaba su casa.

“Papá siempre me decía que el tiempo era relativo. Mis papás me decían que no importaba si pasaban 6 años, que igual iban a apostar por mí”, refirió.

Recordó que muchos de sus compas de cursillo que quedaban por el camino le insistían para que elija nomás ya una privada y hasta le cuestionaba del por qué no iba a San Pedro a estudiar.

“Como soy de Santaní y tenía dos opciones, la sede de Santa Rosa o UNA en Asunción. Yo decidí irme a Asunción”, explicó el ingresante.

Valió todo

“No ingresé en un puesto lindo, pero estoy adentro. Estoy demasiado feliz. Cumplir lo que decía la carta valió todo, aunque fue muy triste no verle a papá ahí orgulloso, saltando en una pata de felicidad. Fue muy doloroso. Se siente ese vacío”, expresó el muchacho a EXTRA.

Paulo se quedó con el puesto 132 entre los ingresantes.

La historia subió en su Twitter Pitu donde agradeció a sus papás por todo el aguante que. La publicación ya tiene más de 33.000 reproducciones y 637 me gusta. Su papá falleció en noviembre de un infarto.

Aunque ingresó en el puesto 132, asegura que su papá estaría orgulloso de él.

Aunque ingresó en el puesto 132, asegura que su papá estaría orgulloso de él.