En las redes sociales y en la página de Facebook “Karai Pelota” apareció un llamativo video en el que un árbitro de la UFI monta un toro con gran destreza sin caer ninguna sola vez al suelo dentro del ruedo.
Se trata de Gabriel Benítez, soplapitos con insignia UFI que contó a EXTRA la historia de cómo fue que aceptó el semejante desafío. “Eso fue el 1 de enero en la fiesta de año nuevo en mi ciudad Quyquyhó cuando me fui de vacaciones. Famoso ahí loperro me hicieron la liga y les dije ‘Ajupita’. No hubo premio ni nada, era para diversión no más”, aclaró.
Su capacidad atlética y su experiencia con este tipo de animales le hicieron sortear la prueba. “Fue la primera vez que me subí pero yo me crié en el campo, trabajaba en la estancia cuando vivía hacia ahí”, agregó.
Por el objetivo profesional que tiene, en este momento no volvería a demostrar su habilidad en un torín. “Ahora por el tema de mi trabajo me estoy cuidando mucho de ese lado, dirijo partidos de la Federación Central. Además estoy en el curso para ser árbitro de la APF, mañana es mi examen de ingreso físico, el teórico ya pasé”, mencionó.
Carácter y perseverancia
Benítez se metió en el mundo del arbitraje desde muy joven y ya traía consigo esa pasta que se necesita para imponer autoridad dentro del terreno de juego.
“Todo comenzó cuando tenía 16 años en un torneo relámpago. Una señora preguntó: ¿'Quién puede arbitrar este partido?’. ‘Trae yo te voy a arbitrar’, la dije. La señora no me creía. '¿En serio te animás?’, me dijo, ‘Claro que sí’, le digo. Desde el principio tuve carácter en la cancha y cada domingo que había torneo me pedían que pite”, rememoró.
Una vez que le nació el deseo de ser réferi, Gabriel se fue a vivir en San Lorenzo en el 2015 y desde ahí arrancó su carrera acumulando siete años de experiencia como juez de la UFI. Actualmente es designado para cotejos candentes de los campeonatos de la zona central, pero su principal meta es dar un paso más arriba para alcanzar las grandes ligas. “Si ingreso tengo que hacer el curso de APF que dura 14 meses. Una vez que me reciba ya me habilitan para hacer partidos de inferiores, Intermedia y depende de mi trabajo para llegar a la primera división”, comentó.
Si le dieran a elegir entre las cosas que sabe hacer, se decantaría por lo que le apasiona. “La verdad que domar un toro es más difícil, arbitrar es algo que me gusta, mi sueño es el arbitraje”, remarcó.