Soy Ricardo, tengo 38 años. Mi historia es un poco larga y complicada. Yo había salido de mi casa donde están mi señora y mis hijos hace un año. Me echó mi señora por problemas que tuvimos, me fui a la casa de mi madre en ese momento.
Hace 6 meses volví a pedirle a mi señora Juana, para volver a la casa, para estar con ella, con mi familia. Tengo una nena de 5 años y un nene de 16.
Reconstruir
Lo que busco es que podamos reconstruir nuestro hogar, nuestro matrimonio.
Volví a la casa pero nunca estuvimos bien. Ella seguía reclamándome lo que pasó antes entre nosotros, y resulta ser que había sido ella ya tenía otro más en su vida.
Mi señora frecuentaba el penal de Emboscada porque su hermano estaba recluido ahí, y fue allí donde conoció a un muchacho de 31 años que está hace 4 años recluido por doble intento de homicidio.
Mi señora tiene 42 años y es estudiante de Derecho. Fue el 17 de agosto que decidí seguirle porque me dijo que se iba a ir a un almuerzo con sus compañeros de la facultad. Entonces les traje en la casa de mi mamá a los chicos.
Después le seguí, fue a hacer compras en el mercado de Limpio, le seguí hasta Emboscada y, cuando bajó en el penal, yo bajé la ventanilla del auto donde estaba y le dije “eso es lo único que quería ver”.
Ahí mismo me llamó y reclamó que ella no es de mi propiedad para seguirle, que estaba a punto de “perdonarme” por todo lo que pasó antes.
Yo le respondí : “Lo único que te pido es que te vayas a buscarle a los chicos y vamos a ver cómo solucionamos esto”.
Volvió a eso de las 4 de la tarde, le buscó a los chicos, mientras yo estaba en la iglesia.
Conversación
Yo volví a casa ya de noche, a eso de las 9 decidí sentarme a hablar con ella. Ahí le pedí tantas explicaciones. Me dijo que para comprarle las cosas que llevaba al penal no sacó dinero de nosotros si no que le mandaban plata a ella, que le está haciendo un favor a un muchacho que le ayudó a su hermano nada más. Esa fue su explicación.
Yo ahí le dije que ese no es un lugar para una señora de principios como ella. Yo soy navegante, y no esperé que me mienta de esa forma porque soy un luchador. Hasta ese momento yo pensaba solo que me mintió.
Relación
Pero en setiembre ya me confirmó su relación con el tipo, porque le volvió a dejar a mis hijos en la casa solos. Ahí le dije que le iba a hacer un juicio por falta del deber del cuidado de los chicos, y ahí no tuvo más opción y me confesó que le conoció a este muchacho. Le pregunté si se enamoró de él y me dijo que no sabía lo que sentía, pero que le trataba bien, me dijo que él le da lo que yo no le doy hace mucho tiempo, porque yo no me quedo porque soy navegante. Al mes vengo una semana, en tres meses estoy un mes en el hogar compartiendo con ellos. Se guió más por el deseo carnal en este caso.
Convencer
Yo mientras tanto sigo hablando, intentando convencerla para que se dé cuenta de que el hombre no es una persona de bien. Tiene ya dos entradas en la cárcel, ¿qué futuro le va a dar a ella? y peor aún, ¿qué ejemplo le va a dar a mis hijos, con qué seguridad yo estoy de que este muchacho no le va a tocar a mis hijos?
Intentando
Yo sigo intentando que ella se dé cuenta de que la familia es lo más sagrado. Me duele mucho. entré en una depresión tremenda, intenté suicidarme. Estoy con psiquiatra, tuve un ACV también. Me utilizó me sigue utilizando hasta ahora. Me quedé en la casa, pero no somos nada ya.
Ella y yo nos habíamos separado porque ella me echó de la casa porque iba ir a jugar futbol y me decía que necesitaba atención.
Mi esposa la verdad que incluso perdió el apoyo de su mamá, porque saben todo lo que pasó, y su propia mamá dijo que su hija murió para ella. Sus hermanos tampoco le hablan por lo que hizo. Ella se aisló con mis hijos. Tiene una compañera de la facultad que le dice que ella debe vivir la vida, son malas influencias. Ella se operó de cáncer de tiroides en febrero de este año, donde el que estuvo con ella fui yo. Y es como que después de eso se despertó de la vida de señora que tenía antes y ahora confundió la libertad por el libertinaje. Estoy luchando contra mí mismo.
Ella me dice que ni si viene el Papa no quiere saber nada de mí, y yo sigo insistiendo. Yo hago de todo en la casa, cocino, lavo la ropa, atiendo a mis hijos y trato de ser un buen esposo, pero nada es suficiente, no estoy más en su órbita. Soy demasiado débil, no quiero perder a mi familia. Mis hijos ahora mismo son mi refugio. ¿Qué me aconseja?
La respuesta: