Hola diario EXTRA. Le escribo porque últimamente ya no sé cómo sentirme conmigo misma, no sé si estoy mal o bien en todo lo que hago, no sé qué más hacer para que paren de meterse en mi vida y la de mi marido.
Soy Margarita, tengo 28 años, soy mamá, esposa y ama de casa ya hace cinco años. Tengo dos hijos, uno de 4 años y un bebé de meses.
Y la verdad es que acá donde vivo, en este barrio hay gente muy ñaña y que se mete en lo que no le corresponde.
Me duele cuando escucho a personas, incluso cercanas, decir cosas como: “ella no trabaja”, como si criar a un bebé, limpiar, cocinar, y sostener una casa entera no valiera nada.
No niego que mi marido se rompe el lomo trabajando, y siempre le estoy agradecida por eso. Pero eso no significa que yo esté tirada sin hacer nada. Creo que ambos nos sostenemos así.
Lo que pasa es que muchos solo ven el dinero que entra, y como el mío no es constante, piensan que no aporto. Yo hago lo que puedo. Me levanto temprano, cuido a mi bebé sola, limpio, cocino y, en los ratos que puedo, me esfuerzo por generar algo.
Masitas
Hago masitas dulces, tortas y a veces salen todos, a veces no se vende ni la mitad. Me frustra. También hago budín por pedido. Pero no puedo salir a vender porque no tengo con quién dejar a mi bebé, todo es por pedido y el que pide viene a casa a buscar.
Eso ya es otra cosa que me critican: que no salgo. Pero nadie ofrece ayuda, solo opinan. Me apasiona la cocina, y también maquillo y peino que es lo que me suele dar mucho trabajo en diciembre principalmente. Pero no siempre hay clientas, es por época, por temporada.
Ayudar
Y así, trato de ayudar a mi marido generando para mis propios gastos al menos, pero la gente se pasa criticando. Una de las que me dice muy directo las cosas es su hermano, kuña’i es el tipo, demasiado, ni mi suegra se mete tanto como él.
Lo que pasó recientemente es que con mi marido nos discutimos muy mal porque le pedí que le pare a su hermano, que literal me trata de mantenida con sus comentarios, pero él me dice que no le haga nomás caso.
Me pone muy nerviosa la tranquilidad con la que él toma toda esta situación, me da una rabia ver que no le importa, porque yo creo que un hombre de casa debe defender a su familia como un león.
No sé cómo a él no le molesta que me trate así. Ya nos genera problemas esto y no sé más cómo pedirle que pare todo esto ¿Qué me aconseja?