27 oct. 2025

“Me pide casarnos pero tengo miedo de lastimar a mi hijo”

Julia se separó hace dos años y desde unos meses vive un nuevo amor.

FOTOS ALCARAZ

Ilustración

Soy Julia, tengo 37 años. Hace dos años me separé del papá de mi hijo. No fue fácil. Pasé por noches interminables de llanto, de culpa, de pensar si había hecho bien en terminar una relación que ya no daba más, y en si mi hijo se merecía eso.

Pero con el tiempo entendí que la paz que tenemos hoy con mi hijo vale más que cualquier “familia perfecta” que la gente espera que una mantenga. Él tiene ocho años y es todo para mí. Crecimos juntos, aprendimos a estar solos y a ser un equipo.

Hace seis meses conocí a un hombre que, sinceramente, me sorprendió. Lo conocí en el trabajo, sin buscar nada. Me pareció distinto, es atento, maduro, humilde de buen corazón. Me hace reír, me escucha, me da su tiempo, se preocupa por mí.

Al principio me resistí, tenía miedo de abrirme de nuevo, pero él fue ganando su lugar poquito a poco. Sentí que, después de tanto dolor, tal vez la vida me estaba dando una segunda oportunidad.

Sin embargo, ahora que la relación se volvió más seria, él me pidió que “oficialicemos”. Dice que quiere que vivamos juntos, que ya no ve sentido en seguir separados. Incluso habló de casarnos más adelante. Y ahí ya me bloqueé. Sentí que todo lo que habíamos construido empezó a tambalear dentro mío. No porque no lo quiera, sino porque tengo miedo.

Mi hijo ya sufrió bastante. Le costó entender que su papá y yo no íbamos a volver. Todavía pregunta cosas, tiene momentos en los que se siente confundido. Y por más buen hombre que sea esta nueva pareja, yo sé que él no va a tener el mismo afecto hacia mi hijo como si fuera un papá porque no es su papá.

Mi hijo es tan chiquito, tan frágil, que solo quiero cuidar su corazoncito, pero estoy realmente con el corazón apachurrado porque quiero amar, una relación de pareja, un hombre a mi lado, pero sé que un movimiento en falso y puedo hacer trizas el corazón de mi niño.

Él insiste en que el amor todo lo puede, me dice que formaremos una linda familia y no sé. Pero ni se me pasa por la cabeza decirle algo a mi hijo ahora ¿Qué piensa?

La respuesta:

Es natural que sientas miedo después de una separación dolorosa, y eso hace que las cosas vayan más lento. En este caso no estás rechazando el amor, estás cuidando lo que tanto te costó reconstruir: la estabilidad emocional. Estás priorizando a tu hijo, que necesita sentir seguridad, y eso no depende de vivir juntos o no. Lo importante es que vea a su mamá tranquila y coherente. Antes de dar un paso grande, es sano seguir conociendo cómo se da el vínculo entre tu pareja y tu hijo, sin presiones ni expectativas forzadas. Podés explicarle a tu novio que ir despacio no es falta de interés, sino una forma de cuidar lo que ambos quieren construir. Si realmente es maduro, sabrá entender que el amor también se demuestra con paciencia y respeto por tus tiempos.

Psicóloga y sexóloga clínica.