Soy Fabrizzio. Yo ya no sé qué hacer con mi señora. Estamos juntos hace 20 años, yo tengo 55 y ella 47, y siempre tuvimos nuestras peleas, como cualquier pareja. Pero hay algo que ndachepu’akai hese (no puedo con ella).
Cada vez que le doy plata, en vez de comprarse ropa o algo para la casa, se va directo a traer cualquier vyresa que a ella le gusta.
Y no te hablo de lujos ni nada. Ella se va y trae cosas como pollitos y patitos. Se rebusca, ella sabe todo dónde hay.
Yo le digo “comprate un vestido lindo, una cartera buena, ya no somos tan jóvenes, ya trabajamos bastante (principalmente yo que soy comerciante y ella me ayuda a veces).
Ella me dice bueno bueno, y luego vuelve con montón de animalitos. Me dice que la ropa no le importa, que ella es una mujer del interior y que prefiere criar animales, que eso le hace feliz.
Una vez, chancho y todo trajo a mi casa, gallinas, y no les cuento del olor insoportable que tuvimos que aguantar con mis hijos.
Yo entiendo que a ella le guste, porque ella creció así, con animales alrededor, pero ella exagera.
Un militar
El otro día le di plata para que compre una mesita que nos hacía falta en la sala, y cuando volví a la casa me encuentro con un corral lleno de patitos.
Le digo “¿y la mesa?”, y me dice que va a irse a comprar la semana que viene, que una amiga le debe plata y de ese.
Y otra debilidad suya es que demasiado ya es bondadosa, no está mal, pero de tanto que es así, ya le jode la gente, se aprovechan. Vienen, le piden, y ella sin pensar regala lo que tiene, y así ya casi se metió en un problema.
Yo me pongo nervioso porque trabajé toda mi vida para darle lo mejor, para que no le falte nada. Va a estar con la misma ropa todo el año.
Cuando vienen sus familiares o vecinos, ella les reparte todo lo que tiene, los huevos, regala sus pollitos, les da cosas que le compré del súper.
Una vez regaló mis zapatos porque un señor tenía los suyos muy usados y le sintió, he’i.
Ya discutimos mucho y yo ya no sé cómo más hablar con ella y ahora es peor, cuanto más viejita más terca. Entiendo que hace de buena gente lo de ser generosa, pero lo de los patitos y pollitos si ya no quiero tolerar.
Ya no sé cómo hablarle ¿qué hago para parar toda esta situación? ¿Ya no quiero pelear con ella, pero chemorrenegá?
La respuesta: