El tamaño sí importa. Desde el momento en que se plantea esa pregunta, la respuesta tiene una connotación especial para cada persona. Hay que decir que la aceptación del cuerpo es fundamental porque en la “repartija de atributos” tuvieron participación las hormonas, la nutrición durante el desarrollo fetal y la genética.
El tamaño promedio de un “soldado firme como rulo de estatua” es de entre 13 a 15 centímetros de largo y 11 a 12 centímetros de “grosor”. Hasta el momento la ciencia reconoce que los más favorecidos o bien dotados están en África y Sudamérica, donde por una cuestión de raza pueden presumir que tienen entre 16 a 20 centímetros de media.
Ahora bien, para qué es importante el tamaño, si es por una cuestión de ego o si existe una preocupación por satisfacer íntimamente a la pareja o como en este caso, si la pareja no está conforme con el que le tocó. Puede crear inseguridad si las expectativas son mayores a la realidad, pero realmente no afecta a la calidad de las relaciones sexuales.
El placer femenino no depende tanto del tamaño sino más bien de la mente, y estrategias donde se utilizan otras partes del cuerpo, desde la lengua hasta el dedo meñique. Lo que prevalece a la hora de la verdad es cómo se comporta “el amigo” y si funciona correctamente antes y durante el “ya tu sabes”.
Hoy en día, hay aparatos y medicamentos que prometen soluciones al tamaño, pero pueden complicar la situación o provocar graves daños, algunos irreparables.
No es una cuestión de histeria, es una realidad que se debe conversar con la contraparte. Tu amiga tiene gustos personales y si para ella el tamaño es un problema o no la satisface tiene dos opciones: informarse para compartir con su pareja técnicas que ayuden a comunicar y trabajar algún complejo o problema. Es bueno hablar de los temores de lo contrario colaboran a que aparezcan la falta de deseo y que los encuentros sexuales disminuyan. En lugar de obsesionarse con el tamaño del pene, hay que usar la creatividad y tiempo al kunu’û, a los juegos preliminares o que se prueben otras posiciones. La otra opción es simplemente dar un paso al costado hasta encontrar “al amigo” que se esté buscando realmente.