29 abr. 2024

Se metió a los videojuegos y “la relación se fue a pique”

EL drama de los jueguitos electrónicos en la vida de los adultos. Cómo afectan los Play y compañía en las parejas y las familias.

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Para muchos, los videojuegos son un estilo de vida. Los equipos y los juegos cuestan mucho dinero. (ilustración).

La relación amorosa de Lorena M. se convirtió en constantes plantones cuando su novio entró al mundo de los videojuegos.

Cuando lo conoció, él le contaba muy emocionado que de a poco iba comprando piezas para armar su PC Gamer, o compu para los juegos.

“Ya me parecía muy loco que gaste tanto dinero en armar una computadora, pero no decía nada porque éramos amigos, pero después se complicó todo”, dijo la chica.

A los tres meses de novios, la máquina estuvo lista. “Desde entonces él se olvidó de mí. Tenía horarios en que debía conectarse y debía adecuarme a su tiempo”, indicó.

Tuvieron varias peleas a causa de eso, pero la gota que colmó el vaso fue cuando, en diciembre, se olvidó de pasar a buscarla para ir a un casamiento. “Meses le hablé de la boda de mi amiga. Planeamos todo, estaba lista en casa esperándole para ir y él se olvidó. Le bombardeé con llamadas, pero con los auriculares él no escucha nada”, relató Lorena.

Tomó un Uber y fue sola a la fiesta. Luego le escribió al WhatsApp y dio por terminada la relación. Meses después se arreglaron. “Estamos trabajando en eso, ahora se conecta de noche y no todos los días”, dijo la joven.

Matías T. sufre lo mismo con su pareja. “No tiene computadora, pero es lo mismo en el celular. Son juegos que yo no entiendo. Lo que pasa es que se abstrae del mundo real. No escucha ni ve lo que pasa a su alrededor”, relató. Para evitar los pleitos, llegaron a un acuerdo. “Mi condición fue que no use su celular cuando salimos, cuando nos reunimos con amigos o con mis padres, solo en casa”, manifestó Néstor Domínguez, Gamer.

Preocupados

“Mi hermano está conectado todo el día, ahora más porque perdió su trabajo hace cinco meses. Hay problemas en casa y mamá se preocupa muchísimo. Él se bajoneó demasiado y se encerró en eso. Ahora dice que va a ganar plata jugando, no sé si eso se puede”, dijo Liliana M., una afectada.

“No es tan así”

“La gente sataniza a los gamers (jugadores), pero no somos más que gente con un pasatiempo. Así como a algunos les gustan las series o leer libros. No es cierto que somos antisociales o solitarios. Mediante los juegos conocés a personas de todo el mundo, pero sí hay que ponerse límites”

¿Cuándo parar?

Un estudio realizado en la Universidad Brigham Young (Estados Unidos) señala que el 90% de los usuarios de videojuegos son hombres y que los jugadores “patológicos” normalmente inician en la adolescencia.

Estudiaron a 385 adolecentes durante 6 años y midieron comportamientos como: depresión, ansiedad y agresividad. El 72% demostró síntomas de adicción baja, el 18% con síntomas moderados y el 10% con niveles crecientes de adicción a los juegos.

La psicóloga Eraida González dijo que todo exceso puede ser un inconveniente. “Reservar tiempo de tu día para jugar tampoco tiene por qué ser preocupante. El problema viene cuando se convierte en una prioridad y dejan de hacer otras cosas más importantes como anteponer a salir con amigos, pasar tiempo con la familia, hacer planes con la pareja. Perder la noción del tiempo es normal solo si sucede esporádicamente”, expresó.