23 abr. 2024

Raptaron a una mujer y a su hija, por culpa de su esposo

El hombre rajó con el botín de secuestro. “No voy a irme de mi casa, acá voy a morir”, dijo su mujer

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Vicenta Medina Rodríguez (45) se preparaba para descansar junto a su hija de 6 años. Eran cerca de las 20:30, cuando cuatro hombres irrumpieron en su domicilio, en la Fracción Virgen de los Pobres de Pedro Juan Caballero.

“Me apuntaron con escopetas, me pidieron el número de teléfono de mi marido y les dije que no tenía” comentó. Incrédulo, uno de los “visitantes” le aplicó un golpazo en la espalda. “Le dije que no me toque y que en mi celular estaba (el número)” agregó.

Con vendas en los ojos la trasladaron hasta una camioneta. Desde allí viajaron diez minutos en el asfalto, hasta la zona de Chirigüelo, donde entraron a una zona boscosa y terminaron en una lujosa vivienda.

“Uno dijo que me tenían que matar nomás ya, el otro no quería. Dijo que faltaba más a quién amenazar y llevar”, relató suponiendo que se referían a otros implicados en la “empresa de secuestros” donde su marido, Samuel Amarilla Robles, hacía de “cobrador”.

Los delincuentes exigieron a la mujer 60.000 dólares, pues según ellos su marido se había quedado con el botín de uno de los “negocios”. Ella respondió que ni ahí tenía toda esa plata, pues hasta donde ella sabía, su marido era cuidador de una estancia. “Cada 2 minutos cortaban, cambiaban de chip, rompían y llamaban de nuevo” contó.

Vicenta aseguró que más teme por su hija, que por su propia vida. “Les pedí por favor que no nos maten” continuó. Horas más tarde, alrededor de las 3 de la madrugada, la liberaron.

Ella ofreció su casa como garantía para que no las maten. “Es muy difícil la situación, muchos me dicen que me vaya de acá, pero no voy a irme de mi casa, acá voy a morir” aseguró.

La “empresa” del secuestro en Pedro Juan

“Ellos trabajan en cuatro grupos: los que raptan, los que se encargan de la víctima, los que negocian y el último eslabón; los que cobran, esa era la tarea que desempeñaba su marido”, comentó el comisario Rafael González, jefe de Investigación de Delitos.

González agregó que la mujer proveyó las identidades de los autores, entre ellos tres paraguayos y un brasileño, quienes formarían parte del equipo que se encarga de cuidar a la víctima de plagio. El hecho ocurrió el martes pasado.

60 mildólares debía

Según la denunciante, los raptores le pedían ese monto de dinero para dejarla en paz, o que su marido aparezca para devolverlo. El hombre se comprometió a pagar una parte el jueves y la otra el sábado, pero nunca se concretó esto.