Diciembre es el mes de mayor movimiento en todos los sentidos, y bajo el lema de “Año nuevo, vida nueva”, cientos de personas deciden mudarse apenas cobran su aguinaldo.
“Mudarse simboliza un nuevo comienzo y se relaciona con los propósitos de fin de año y la búsqueda de mejoras en la calidad de vida”, señaló la economista Gloria Ayala.
Agregó que la vida estudiantil también influye mucho, ya que una gran cantidad de personas que viven en alquileres del Departamento Central suelen ser jóvenes del interior del país que dejan sus casas para poder estudiar. Por lo tanto, existen muchos casos en los que llegan a la ciudad y otros que vuelven a sus pueblos al culminar sus estudios.
Muchas empresas dedicadas al negocio del alquiler aprovechan el cobro de aguinaldos para ofrecer sus servicios a full, quedando algunos sin abasto, según explicó Estela Peralta, encargada de un inquilinato de Capiatá.
“Nosotros tenemos varios edificios con varias piezas y en un mismo día suelen venir mínimo 10 personas por día a mirar, pero muchos se quedan sin lugar porque rápido ocupan todo. Ahora incluso estamos mandando a construir más habitaciones”, aseguró.
Más clientes
Por otra parte, el fletero Rolando Medina dijo que ellos también están a full y que estos últimos días, los números de clientes se duplicaron.
“En un mes normal tenemos cuatro pedidos por semana. Desde la quincena de diciembre, fácilmente hacemos esos cuatro en un solo día”, contó.
Según su experiencia, los que más solicitan de sus servicios son los jóvenes que se independizaron y al no poder seguir pagando el alquiler, tienen que volver a la casa de sus papás.
Letrados
Dijo también que ésta es la época en la que más sarambi hay entre los inquilinos y los dueños porque al aumentar la cantidad de mudanzas, tampoco falta el letrado que se desaparece antes de fin de mes para evitar pagar la cuentita.
“Ya me tocó ver peleas de mis clientes que se les pilló saliendo sin avisar y sin pagar. Algunos incluso dejan pendiente hasta la factura de la ANDE”, finalizó.