Hace veinte años más o menos que don Vidal Espinoza partió de su San Ignacio, Misiones natal para Buenos Aires, Argentina para un mejor porvenir. Hoy es el artífice de una de las obras más grandes en el país vecino ya que es el encargado de pintar el Obelisco.
Don Vidal contó a EXTRA que hace un poco más de 22 días comenzaron a pintar el Obelisco de unos 68 metros. Su misión y la de otros tres paraguayos es pasar cuatro manos de pintura para el aniversario número 85 de esta obra que identifica a la capital bonaerense.
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Relató que el trabajo lo hacen “tranquilo y sin que nadie los apure”. “Acá tomamos el tereré, relajados. Aunque es una obra imponente. Ya me tocó pintar un edificio mucho más alto, pero esta obra pues es muy especial para ellos, entonces es como más responsabilidad”, indicó.
Contó que los días de frío están golpeando muy duro en Argentina y que en las alturas se siente un poco más. “Aimetete oiko orehegui pikole (casi, casi nos convertimos en helado)”, bromeó el trabajador.
Recordó que en una primera mano de pintura incluyó un poquito de pintura antigraffiti, un material que protege la superficie de futuras manchas, de fácil lavado. Se tuvo que esperar al menos siete días para comenzar con la segunda mano. Calcula que para realizar estos trabajos, se utilizaron 310 de litros de pintura.
“Para mañana (viernes) está prevista entregar la obra. Es un orgullo total que se conozca nuestro trabajo”, indicó. Agregó que la empresa en donde trabajan es argentina.
Ya en 2016, otros paraguayos se treparon en el monumento para restaurar también la pintura. En aquella ocasión, Ángel Arzamendia, un yuteño, se hizo cargo del trabajo.