Muy ilusionada por conseguir trabajo en una empresa tras se llamada para una entrevista, Manuela se preparó varios días para demostrar sus capacidades laborales como su actitud personal. Llegó la fecha pactada, fue hasta el ente, realizó sin problemas la conversación con el encargado de recursos humanos y por la pinta había mucha esperanza de que ganaría el puesto.
Tras unos días, recibió el ansiado correo de la empresa, pero tras leer las primeras líneas del mensaje, el panorama cambió. “Nos pareció interesante tu CV (Currículum Vitae) y lo que tenés para aportar a una empresa, pero sonreíste demasiado, te reíste, fuiste muy simpática, y no nos parece muy profesional una persona que sonríe durante toda la entrevista”, decía el mensaje que le enviaron.
Le señalaron que “no es nada personal” este comentario, pero que le daban este “consejo” para otras oportunidades. Este caso llegó hasta el especialista en empleos Enrique López Arce, quien mencionó algunos puntos sobre este hecho.
López Arce alegó que aparentemente la persona que realizó este correo no es muy entendido de talento humano, por la forma en que encaró el comentario, no obstante señaló que sí es recomendable mantener un cierto tipo de actitud a la hora de una entrevista laboral. “No ser muy tímido ni muy extrovertido es lo aconsejable”, indicó.