Un posible sistema de apriete de un conocido comisario, en situación de retiro, fue pillado en una operación encubierta.
Karim Gamal Correa Villordo comenzó a operar en el este del país.
Una de sus supuestas víctimas vivía en el exclusivo barrio cerrado del Paraná Country Club, en Hernandarias.
La mansión es del empresario, Alberto Amarilla (la víctima), y presunto socio comercial del supuesto narco, Marcus Vinicius Espíndola (caso relacionado con Arnaldo Giuzzio y la camioneta utilizada para viajar de vacaciones a Brasil con su familia).
MODOS OPERANDI
Correa se presentó en la casota de la supuesta víctima, en calidad de comisario.
Exigió el pago de 11 mil dólares (más de 81 millones de guaraníes) para evitar que la Policía realice el allanamiento de su residencia.
Además, prometió retirar publicaciones ofensivas sobre su persona que se publicadas en los medios digitales, en Alto Paraná.
ASUSTADO
La víctima escuchó la propuesta del comisario y apúrope se fue a la fiscalía para contar lo que le habían planteado.
La fiscal Laura Mercedes Giacummo Fernández, de Delitos Económicos y Anticorrupción, montó el operativo de entrega vigilada luego de que un juez lo autorizó porque había fuertes elementos de que sería una extorsión. Durante el operativo se utilizaron equipos técnicos del Ministerio Público para documentar la transacción y asegurar elementos probatorios claves.
Durante la entrega vigilada se concretó la entrega de 6.000 dólares.
El comisario retirado se mantenía tranquilo durante el operativo fiscal.
ALTOS CARGOS
Correa fue jefe de Investigaciones de los departamentos de Concepción Itapúa, Caazapá, Boquerón y de Central.