El guardia de seguridad Óscar Espínola (52) se convirtió en héroe sin querer, luego de tirarse al agua del arroyo Mbói Ka'ê, en la zona de la avenida Costanera Padre Bollik, Encarnación (Itapúa), para rescatar a un hombre que cayó al cauce con su camioneta y todo. Ocurrió el lunes pasado, en el mencionado distrito.
Según el relato del señor, ese día salió de su trabajo a eso de las 19:00, subió a su moto y fue rumbo a su casa; pasando por la Costanera notó muchas patrulleras en la orilla y se quedó.
“Me dije ¿qué pasa ahí? y como soy curioso, me di la vuelta por la rotonda. Me bajé, pregunté a la Policía y me dijeron que una camioneta se cayó al agua y que adentro había un señor. Cuando miré, ya se estaba por hundir todo”, relató a EXTRA el valiente hombre.
En eso se dirigió a los policías y sin temor les dijo: “por qué pio ustedes no se tiran y salvan a su rapicha (prójimo)” y al ver que no se movían, comenzó a desvestirse y se tiró al agua como para auxiliarle y detrás de él, otro muchacho también se metió, para seguirle.
“La camioneta ya estaba en el fondo, el muchacho me dijo que el parabrisas estaba abierto. Nos zambullimos ahí y estiramos como pudimos al señor. Tardamos como tres minutos en sacarlo. Yo me subí sobre la camioneta para mantenerlo a salvo”, contó.
Poco después, dos policías se tiraron también. “El señor era gordo, costaba alzarle, pero entre los cuatro le reanimamos. El muchacho que vino conmigo fue el que empezó y yo le ayudé, también los policías. Después de dos o tres minutos, el señor respiró otra vez”, recordó emocionado.
Se tiró sin pensar
El auto estaba a unos 50 a 80 metros de la orilla, en una parte bien profunda. “Sin pensar me tiré, sabía nadar desde chiquito y me arriesgué. Tengo físico para todo, y el que no tiene, no va a poder nadar luego. Estuvimos como 15 minutos en el agua hasta que vino el bote a buscarnos”, manifestó.
Aunque ese día refrescaba, no sintió el frío por el susto y la adrenalina del momento. “Después, al salir, recién sentís todo”, dijo.
Ya en su casa, su familia ya se había enterado de todo. “Cuando llegué, mis hijos me dijeron: ‘ahí viene el héroe’. Pero yo no me considero un héroe, cualquiera puede hacer esto por su semejante. Lo importante es que lo sacamos con vida, y eso es lo que cuenta”, aseguró con humildad.
Lamentablemente, el conductor, identificado como Rufino González Villalba falleció más tarde, pero Óscar se queda con la conciencia tranquila. “No lo dejamos morir ahí. Hicimos lo que había que hacer, mientras otros solo miraban desde la orilla”, finalizó.
El hoy fallecido había venido a Paraguay desde Argentina y se cree que no conocía bien la zona, por lo que terminó en el subembalse.