Largas horas duró la cirugía en la que médicos del hospital Regional de Pedro Juan Caballero, limpiaron, suturaron y curaron la enorme herida abierta que dejó en el hombro de un niño de siete años un perdigón de escopeta. El arma de fabricación casera había sido percutida por su hermano mayor, otro niño de diez años.
El hecho ocurrió el pasado 21 de febrero pero se conoció recién ayer. Tuvo lugar en la Colonia Indígena Pikykua, ubicada a unos 10 kilómetros de la subcomisaría de Puente Aquidabán, en Amambay, según informó a EXTRA el comisario Carlos López Russo, director de ese departamento.
La tía de ambos menores mencionó a los policías que los chicos estaban manipulando el arma de fuego y en un momento dado se escapó un disparo, alcanzando un impacto al menor de ellos.
Posteriormente el niño fue auxiliado hasta el Centro de Salud de la citada colonia para luego ser trasladado hasta el Hospital Regional, donde según familiares fue sometido a la cirugía.
Alrededor de las 18:00 de aquel día llegó hasta la dependencia policial el abuelo de los niños, quien informó a los agentes acerca de lo sucedido. Los policías inmediatamente avisaron del hecho al fiscal José Luis Torres, quien inició tareas investigativas en torno a lo sucedido.