La dueña de un refugio de animales abandonados en Cambyretá vive con el Jesús en la boca ya que sus mascotas siempre son atacadas, según su denuncia.
Hace 8 meses empezaron a matar a los guaguis y michis que ella rescata, en su mayoría envenenados o baleados, como la suerte que corrió uno de sus animales.
“Antes de tener las cámaras empezaron a matar, consecutivo era toda la semana, día de por medio: 8 perros y 3 gatos”, se quejó Mariela Sandoval con EXTRA.
La encargada del refugio hace tiempo recibe quejas de sus vecinos por los ladridos y porque algunos de los peludos son más argeles que otros y pueden atacar a la gente.
“Muchos de los animales se quedan afuera pero a los más mordedores les tuve que meter a mi casa ya que sus dueños ya no se quieren hacer cargo de ellos”, agregó.
Estrategia
Cansada de los constantes ataques a sus refugiados, decidió poner cámaras de vigilancia para ver quiénes eran los que atacaban.
“Después de eso se acabaron los abandonos y las muerte por envenenamiento porque era demasiado constante de encontrarle a los gatos y perros muertos, envenenados en la vereda”, lamentó.
El amedrentamiento es constante ya que cada tanto se acercan vehículos y quedan estacionados largo tiempo frente a su casa o haciendo fotos.
“Todo muy raro porque si querían adoptar se iban a quedar e iban a preguntar por algún animal. Todo muy sospechoso”, reiteró.
La rescatista teme que alguna vez lleguen a querer prohibirle que tenga animales en su casa, porque en Cambyretá no existe un lugar para perros y gatos abandonados.
“Lo que más duele es eso. Acá yo tengo varios animales que están en una especie de hogar temporal, pero ya no puedo recibir porque estamos abarrotados todos los voluntarios. Ya no hay espacio y ese es el drama que tenemos en la ciudad y sé que pasa lo mismo en Encarnación”, remató.
Mal ambiente
“Acá los únicos que me matan mis animales callejeros son mis propios vecinos. Yo sé que ha de ser alguien de acá porque no va a ser otra gente si a nadie más les molesta. A parte tengo una despensa que se queja que desde que estoy como rescatista no tiene más clientes. Hasta de ella dudo”, lamentó.
Hay masivo abandono
La problemática en Cabo Cue, Capiibary, es el abandono de perros en la zona.
La veterinaria Luz Obando mencionó que los animales son abandonados y luego se meten en las chacras, como tienen hambre se rebuscan y comen gallinas y huevos. “A los que abandonan les decimos que vamos a pescar por ellos, les vamos a filmar y luego a denunciar. Hay que recordar que hay una ley que pena con hasta 5 años de cárcel por maltrato y abandono de animales”, remató.