24 abr. 2024

Lomitero asaltado: “El policía solo manejaba automático”

Richard Giménez, el lomitero que fue asaltado en Limpio, relató cómo persiguieron a los bandidos y la odisea que vivió con el conductor de la patrullera policial. “En vez de apretar el acelerador, apretaba el freno”, dijo. A pesar de la persecución, los delincuentes huyeron.

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El dueño del local contó que es la primera vez que son víctimas de asalto. Foto: Captura Telefuturo

Richard Giménez y su hermano fueron asaltados anoche cuando estaban a punto de cerrar el local de venta de lomitos ubicado sobre la Avenida San José, en Limpio.

Segundos después apareció una patrullera policial con dos agentes a bordo y, lo que parecía una suerte de aquellas, terminó en un tremendo dolor de cabeza para la víctima.

Richard relató que el delincuente apuntó a su hermano en el cuello obligándolo a que entregue el dinero, unos G. 300.000, producto del delivery que había hecho.

“Al ver eso entré donde estaba mi caja y seguramente el tipo pensó que yo tenía un arma, entonces le sacó a mi hermano la plata que tenía, ahí corrió y le perseguimos a pie con mi hermano”, contó Richard en la 1000 AM.

Al solitario asaltante ya lo esperaba una camioneta en la otra esquina.

“Mi hermano me pidió que traiga la camioneta y ahí vino la patrullera, él en ese momento ya trajo su moto y fue detrás de los bandidos”, señaló.

Tras explicar lo ocurrido y pedir ayuda Richard, subió al vehículo y segundos después, como Condorito, ¡plop!: casi cayó de espalda.

“La patrullera, en vez de irnos, se quedaba. En vez de que tire su embrague, él (por el chofer) frenaba. Paró de nosotros frente al local cinco veces por ahí”, dijo el afectado.

El lomitero tiene dos teorías. La primera es que el uniformado se asustó y no supo como actuar. La segunda es la que más le convence y es que definitivamente el policía no sabía manejar el vehículo con caja mecánica.

“Yo digo que manejaba automático nomás y no sabía manejar mecánico, en vez de apretar el embrague, apretaba el freno. Yo le reté luego al tipo, le dije que se baje y que maneje yo o qué”, admitió el afectado.

Cuando finalmente ya se iba a dar la persecución, que prometía ser de película, Richard comentó que la máxima velocidad que alcanzaron fue de 40 km/h.

En un momento dado lograron dar con la camioneta en cuestión, pero una vez más el policía nada pudo hacer porque no sabía cómo maniobrar el vehículo.

“Arribamos un semáforo y ahí le encontramos otra vez a la camioneta que nos asaltó, les llegamos todito porque nos cruzamos y, como estaban ya pegados los vehículos, el policía le encañonó al bandido y el tipo hizo marcha atrás y entró en otro surtidor y nosotros nos quedamos ahí. La camioneta no se iba a luego dar la vuelta, apenas luego manejaba el tipo”, recordó Richard.

Finalmente, y tras perder rastros de los delincuentes, el vehículo de la policía quedó atascado en un puentecito, por lo que tuvieron que bajar y empujar para que pudiera salir.

“Le encontré a un amigo en moto y le dije: llevame vos o que”, señaló Richard.

El relato de la víctima echa por tierra la versión policial, que señalaba un desperfecto mecánico del móvil de la policía.