13 ago. 2025

Lo citaron para un trabajo en Areguá y acabó bajo la mira de francotiradores

Supuestamente lo iban a asesinar, pero todo resultó ser una estafa internacional. Su jefa también recibió amenazas y tuvo que enviar 1.200 dólares para salvarlo.

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Cuando la policía llegó al lugar, Jorge V (el empleado) seguía en línea con los malevos.

Gentileza.

Las estafas vía llamadas telefónicas están afectando económicamente a los emprendedores.

Esta es la historia de la dueña de una empresa de paisajismo de Lambaré, Karen S (32), quien recibió el pedido de hermosear una cancha. Envió a Jorge V (35), uno de sus empleados, al barrio Isla Valle de Areguá, pasado el mediodía del sábado último.

La señora incluso facilitó el número de su empleado para coordinar bien el sitio exacto.

La extorsión

La persona que llamó a Karen tenía acento colombiano y la línea desde la cual recibió el pedido de su servicio no era local. La volvieron a llamar, pero esta vez ya no era para negociar presupuesto, sino la vida de Jorge.

Le advirtieron que tenían a su trabajador y que corría riesgo de muerte si no enviaba 5 mil dólares (más de G. 37 millones). Sin poder reunir el monto, terminó mandando 1.200 dólares (casi G.9 millones) a través de Western Union.

El montaje

El empleado de Karen llegó a la “supuesta cancha” y no había nadie. Ahí le hicieron una videollamada y le dijeron que tenía francotiradores apuntándole, literalmente fue el peor día de su vida.

Le tuvieron así por casi una hora en línea, porque no debía cortar. Incluso le enviaron a la mujer una foto de él. Como la “negociación” se hizo larga, Karen se dio cuenta de que eran estafadores.

El comisario Arnaldo Valdez, jefe de la comisaría 18° Central, contó a EXTRA que la mujer pidió socorro a la policía, que por fortuna logró ubicar a Jorge gracias al GPS de la camioneta. “Nosotros nos fuimos hasta la ubicación y le encontramos al muchacho que estaba hablando por teléfono. Él también fue engañado”, manifestó Valdez.