Para Paul Ever Cáceres (50) era habitual que en la empresa donde trabajaba, en un puerto privado en San Antonio, le hicieran análisis y controles de rutina. Pensó esta vez que se trataba de una prueba más, pero el resultado no fue lo que esperaba.
El 6 de octubre pasado, durante un examen médico, le hicieron un análisis de orina que, días después, le causaría un gran problema. El 9 de octubre, el gerente de Recursos Humanos, supuestamente, lo llamó para comunicarle que, según los resultados del examen, había dado positivo a cocaína.
La muestra podría no haber sido suya, dijo
“Me comunica que, según la doctora, dijo que me salió positivo, porque tuve que inhalar dicho producto acusándome sin prueba alguna, asegurando que por adicto me salió el producto en la orina”, escribió en Facebook, donde hizo su descargo.
En contacto con EXTRA, Paul contó que nunca le entregaron una copia del análisis y que no le dieron la oportunidad de defenderse. Señaló que técnicamente está despedido tras 17 años de antigüedad, aunque no firmó ningún documento, según explicó a EXTRA.
Le dan excusas
“Yo le dije al gerente que quiero ver (el resultado) y me dijo: ‘no, este vamos a enviar al juzgado para que vos puedas demostrar tu inocencia’, cosa que no ha pasado. Hasta la fecha no enviaron nada al juzgado”, indicó.
Inmediatamente después de la notificación, Paul se hizo un nuevo análisis toxicológico en un laboratorio del Ministerio de Salud, al día siguiente, que dio negativo. Una semana después, repitió la prueba y volvió a salir negativo.
Actualmente está realizando más estudios en un centro de adicciones para contar con otra prueba de respaldo. Paul también detalló que en la empresa se realizan alcotest varias veces al año o en eventos especiales, como partidos de fútbol.
El afectado denunció que la empresa no cumplió con el protocolo que correspondía. No le hicieron un segundo análisis en otro laboratorio para corroborar el primer resultado y sostuvo que la muestra analizada podría no haber sido suya.
Paul y su abogada, Sandra Barrios, acudieron al Ministerio de Trabajo para iniciar una mediación, notificando a la empresa para que presente testigos y participe en el proceso. Sin embargo, la compañía no respondió a las notificaciones, no presentó testigos y se mantuvo en su postura.
Le preocupan sus demás compañeros
El trabajador también manifestó su preocupación por otros compañeros con muchos años en la empresa. Señaló que entre los empleados más antiguos del puerto hay al menos ocho o diez personas que podrían enfrentarse a la misma situación, ya que, según él, la empresa utiliza este tipo de exámenes como una forma de ejercer control de los nuevos empleados
Paul mencionó además que casos anteriores habían ocurrido con otros trabajadores, donde les notificaron resultados positivos por alcohol sin mostrarles los análisis ni pagarles nada, dejando a los empleados sin defensa ni compensación.
Desde EXTRA se buscó la versión de la empresa, pero hasta el cierre de esta nota no respondieron.