26 abr. 2024

Ladrones asesinaron a niño para que no les reconozca

Mamá viajó a Sidepar y reclamó el cuerpo pero no le dieron. Cayó uno de los autores con una pistola de la policía de Buenos Aires.

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La policía aguarda respuesta de sus pares de Buenos Aires sobre la desaparición del arma utilizada para el crimen.

Apretando su mano contra su pecho, Milciades Acuña caminó hasta la chacra junto a su abuela, doña Bernarda Acosta (66).

“Me dispararon”, dijo el niño de 12 años y se cayó. Cuando era trasladado a la clínica de la colonia Sidepar (Caaguazú), falleció.

El crimen ocurrió cerca del mediodía del martes último. Además de un balazo en el tórax, el menor presentaba heridas en brazos, antebrazos y las uñas, signos de defensa.

Los rastros en el cuerpo del chico abrieron las pistas para que la policía investigue el motivo del por qué asesinaron a una criatura.

El miércoles, al final del día, identificaron a uno de los autores.

Testigos dijeron a los investigadores haber visto a dos hombres merodeando la casa de la doña Bernarda ese mediodía y a través de los testimonios identificaron a dos hermanos.

Así llegaron a Mario Esteban Ortiz de 30 años, a quien ubicaron en la compañía Tablita de Yhu.

Cuando se dio cuenta que la policía se le acercaba corrió hacia un monte, pero rápidamente le agarraron.

En su poder incautaron una pistola 9 milímetros, que llevaba la inscripción: “policía provincial de Buenos Aires”.

El detenido, de 30 años, dijo que el arma le entregó su hermano, Armando Torales Ortiz, a quien sindicó como autor de la muerte del niño.

“Declaró que su hermano le dijo que se fue para robar, pero que salió mal, por eso mataron a la criatura”, comentó el comisario Juan Coronel.

El comisario Daniel Careaga, director de policía de Caaguazú, afirmó que los hermanos viven a solo dos kilómetros de la casa de las víctimas y que el chico los reconoció, por eso se decidió matarlo.

“Estaba trabajando con la abuela en la chacra, se fue para tomar agua y en eso se topó con los asaltantes. En un forcejeo se le disparó en el pecho para acallarle. Se conocen todos, ese fue el detonante de que le mataran”, refirió.

Mamá reclamó cuerpo y no le dieron

Desde hace algún tiempo, la víctima fatal vivía con sus abuelos. Fue dado en guarda a ellos tras ser rescatado de casa de su madre, donde su padrastro lo golpeaba constantemente.

Ayer, la mujer viajó desde Canindeyú hasta Caaguazú para reclamar el cadáver de su hijo, pero no se le dio y se le enterró en Sidepar. Del sepelio participó toda la comunidad, como también su padre.