16 may. 2024

La increíble operación de un bebé paraguayo en Brasil

Nenito aguantó una cirugía que le ayudará a crecer su cerebro. La familia es de Naranjito, Itapúa.

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La pareja es católica y Bia señala que por más que sucedan cosas malas en la vida, no hay que perder nunca la fe.

Instagram

“Aprendemos sobre la perfecta voluntad de Dios por más que jamás la comprendamos”, es la enseñanza que le dejó a la joven madre Bianca Webber sobre el caso de su bebé, que nació con craneosinostosis, una malformación del cráneo que impide el crecimiento y desarrollo del cerebro.

Desde su cuenta de Instagram, Bia y su esposo iban contando sobre lo que le pasó a su pequeño hijo de 5 meses de vida.

La familia del bebé es de la ciudad de Naranjito (Itapúa). Son paraguayos.

De la alegría al quebranto

Bianca compartió todos los detalles de su embarazo en su cuenta de Instagram. La alegría de conocer el sexo, las etapas de embarazo y el nacimiento.

Ícaro Ezequiel Wolfart nació bien, pero al cabo de unos meses comenzó a sentirse mal. Vomitaba y a los 4 meses no podía ni sentarse

Su primer problemita fue la Ictericia (piel amarilla) Iban y venían al pediatra hasta que en una tercera consulta se descubrió un bultito en la frente. El pediatra le sugirió que si a los dos meses no le desaparecía vaya a un neurocirujano pediátrico. El bulto no desapareció.

Al comienzo Bianca se negó a aceptar que algo tenía su hijo hasta que comenzó a investigar más y vio sobre un casco que corregía malformaciones de las cabecitas de los bebés y saltó la palabra craneosinostosis.

Investigó más y supo que ese era el problema de su niño.

Viajaron al Brasil

La pareja se contactó con un cirujano muy prestigioso vía redes sociales. Se trataba del Dr. Alexandre Canheu, de Londrina (Brasil).

Sugirió una operación para Ícaro.

El médico explicó que la craneostenosis es una malformación en la que el cráneo del bebé se cierra prematuramente, impidiendo el desarrollo del cerebro, que no tiene espacio para expandirse.

Se lo conoce también por trigonocefalia, se forma en la frente del bebé como un triángulo y va cerrándose (por lo general la cabecita crece todo a los 8 meses), pero el de Icaro iban cerrándose aceleradamente.

La prevalencia de la trigonocefalia se estima en aproximadamente 1 de cada 15.000 a 1 de cada 20.000 nacimientos, y es más común en los varones.

La operación

La operación se realizó el 12 de marzo pasado y fue exitosa. “Fueron dos horas y medias de cirugía”, dijo el médico tratante.

La mamá contó que tras un día de terapia intensiva y con 30 puntos en la cabecita, Ícaro está bien y sonriente (muestra el video de su recuperación). El bebé ya está de alta y sanito. “Yo le dije a Dios que quería ser más fuerte, y lo fui mediante su Gracia. Aprendí a ser mejor persona”, afirmó Bianca.

Congénito y del ambiente

Según los textos médicos, la craneosinostosis es el cierre prematuro de una o más suturas del cráneo, que se manifiesta por una forma anormal de la cabeza del bebé y no hay lugar para que el cerebro se desarrolle normalmente. Es una patología poco frecuente a nivel mundial.

Hasta ahora se desconocen las causas de este mal, pero todo indica que es algo genético en combinación con el medio ambiente en que vivió la mujer embarazada.