Un jepilla, un divorcio y un lío judicial, por fin terminó (aparentemente) para un hombre que fue denunciado por lesión al derecho a la comunicación y a la imagen.
El Tribunal de Apelación de Asunción confirmó el sobreseimiento definitivo del sujeto, por haber utilizado como evidencia en el juicio de divorcio fotos íntimas que su esposa le envió a su amante.
Resulta que la ahora exesposa apeló la sentencia. Uno porque apareció como infiel en la sentencia de divorcio y otro porque sus fotos fueron puestas en el expediente y vio el juez que llevaba el proceso de separación.
La fiscala Ruth Karina Benítez cuestionó incluso al juez Rolando Duarte, quien fue el primer magistrado en pedir la anulación del caso, por “adentrarse en cuestiones de valoraciones, al decir que el señor no obtuvo esas imágenes de manera ilegítima”.
Los camaristas Arnulfo Arias, Cristóbal Sánchez y Arnaldo Martínez decidieron que, definitivamente, el marido no actuó de mala fe ni viralizó el contenido, por lo que se le libera de algún proceso penal.
El hecho ocurrió en mayo del 2021 cuando el marido regaló un nuevo celular a su esposa por su cumple. La doña aceptó, pero se olvidó de borrar las fotos tie’y que envió a su amante por correo.
Ese mismo día, se dio por terminada la relación, se inició el proceso de divorcio. El hombre presentó como causal esas imágenes. En tanto ella le demandó a él por violación a la intimidad por exponer sus fotos.
Para la Justicia no fue un delito presentar esas fotos como prueba del engaño.