Las calles estaban vacías. Camila V. (28) gritó con todas sus fuerzas, porque estaba en peligro. Nadie la ayudó, porque nadie la escuchó.
Cerca de las 13:45 del sábado último, un motociclista la siguió y manoseó en plena vereda, sobre 8va. Proyectada, entre Colón y Montevideo, de Asunción, según la denuncia realizada en la comisaría Segunda Metropolitana.
“Yo salí de mi departamento, me fui a una bodega que también tiene una despensa. Me fui a comprar algunas cosas y al salir de ahí, cuando estaba por llegar a mi departamento, a la media cuadra siento que alguien me estaba siguiendo”, contó.
Camilia pensó que se trataba de un motochorro y lo primero que hizo fue esconder el celular.
“Seguí caminando más rápido, porque me faltaba poco para llegar a mi portal. Y cuando ya estaba por llegar, la moto acelera y me agarra violentamente, me toca específicamente los glúteos. Ahí reacciono y comienzo a gritar ‘enfermo de mierda ¿qué te pasa?’, le dije, pero él no me dijo nada”.
Sin embargo, lejos de huir, el desconocido se puso frente a Camila, la miró fijamente, no le dijo ni una sola palabra y luego aceleró la marcha, según mencionó la joven, quien rápidamente entró a su vivienda.
“Luego salí, le pregunté a los vecinos si tenían cámaras y gracias a Dios todos me ayudaron, hasta los de la bodega me dieron el circuito cerrado, y con eso me fui e hice la denuncia”, apuntó.
“Tengo otro video que no es tan claro, que me facilitaron de la bodega. Como la bodega está sobre Colón y yo giro en la cuadra a mi departamento, él (el motociclista) para en esa esquina, me mira y al ver que no había nadie, él se sube a la vereda para seguirme”, apuntó.
No tenía chapa
A pesar del susto, Camila se fijó que la moto no tenía chapa, hecho que corroboró al ver los videos.
Sin embargo, no está segura si estaba armado. Por un momento incluso pensó en seguirlo.
Lo que más le preocupa es que vuelva a hacer lo mismo a otras personas, incluso a niñas.
“Me puse a dimensionar y me dije ¿Qué pasa si no me tocaba, qué pasa si me clavaba, qué pasa si tenía un arma de fuego?. Gracias a Dios estoy bien, pero me podía hacer cualquier cosa y en el peor de los casos violarme”, reflexionó Camila.
La afectada dijo que no va a dejar en caso en oparei hasta dar con el sujeto.
Si tenés alguna info llamá al (021) 424 502 (Comisaría Segunda Metro).
Miedo
“Daba miedo, porque se notaba que era un enfermo y podría hacerme cualquier otra cosa”, Camila V., afectada.
Lo escrachó en las redes
Camila publicó los videos en las redes sociales y unas horas más tarde una persona se contactó con ella para decirle que aparentemente sería su vecino y que el supuesto acosador va a la misma iglesia que él. El informante no le dio nombres ni otros detalles.