
Una de las costumbres más antiguas para celebrar la resurrección de Jesús es regalar huevos de chocolate, el Domingo de Pascua. ¿Cómo se comenzó a compartir estos deliciosos alimentos en esta fecha? Algunas fuentes señalan que la práctica de obsequiar huevos en Pascua tiene su origen en el siglo IV. Cuenta la historia que la Iglesia aconsejaba por entonces a los fieles no comer huevos durante la Cuaresma. Los guardaban y, el primer Domingo de Pascua, los repartían dentro de canastos.
Leyenda
La tradición, además de la vida, simboliza la fertilidad, por lo que está representada por un conejo. Esto dio surgimiento a una leyenda que dice que, cuando metieron a Jesús en el sepulcro, estaba oculto allí este noble animal. Según el relato, el roedor presenció el dolor de las personas por la muerte del Señor. También vio cuando Jesús se levantó y un ángel movió la piedra que cubría la salida de la cueva. Ya en el siglo XII, la Iglesia adoptó la costumbre de regalar huevos como símbolo de resurrección a la salida de la misa de Pascua.
Chocolate
Los huevos de chocolate surgieron a comienzos del siglo XIX, especialmente en Francia y Alemania. Actualmente, en el mercado nacional, los precios van de G. 10.000 a G. 600.000. Los elevados precios del producto en centros comerciales han sido motivo de sorpresa y generadores de chistes a través de las redes sociales, en los últimos días.
Representantes católicos de nuestro país expresaron que, si bien no es uno de los principales ritos de la Iglesia, todo lo que signifique compartir la alegría por los días de Pascua es bien recibido “Es algo lindo, aunque no tenga raíz religiosa”, señaló el padre Pedro Velasco, del Bañado Tacumbú.
Óscar González, cura de la Catedral Metropolitana, dijo que regalar huevos de Pascua es una expresión que los católicos no ven con malos ojos. Añadió que lo más común era que los ahijados visitaran a sus padrinos en estas fechas, una práctica que se va perdiendo.