Francisco Arca Salinas fue asesinado a golpes en la cabeza. Fue encontrado en el pasillo de la casa de un hombre de 41 años, en la calle Miguel Jaku de la ciudad de Caaguazú, departamento del mismo nombre. Su rostro quedó destrozado.
Los primeros en ser convocados al sitio fueron bomberos azules, a quienes Blas Atilio López Ayala, propietario del lugar, les dijo que estaba tomando mate con su señora cuando pilló que el hombre estaba descompensado en el corredor de la casa, pero los amarillos confirmaron que no tenía signos de vida.
De acuerdo con el informe de la comisaría 24, el hallazgo se dio alrededor de las 08:00 de la mañana de ayer y según la primera versión de Blas, el fallecido había llegado en la noche del lunes a su vivienda y le pidió una pieza para quedarse a dormir y que al amanecer lo halló tirado en el pasillo. “Tenía golpes en la cabeza y tenía la mandíbula rota”, relató a EXTRA el suboficial Jorge Domínguez, subjefe de la citada dependencia.
Fueron convocados agentes de Criminalística, de Investigación de Delitos, el fiscal Alfredo Mieres y un médico forense, quien diagnosticó la muerte como traumatismo craneoencefálico severo.
Los investigadores hallaron una remera ensangrentada que, según el dueño de casa, era de un vecino, situación que llamó la atención de los uniformados, quienes empezaron a indagar más profundamente, momento en que Blas Atilio empezó a caer en contradicciones.
Entonces, López dijo que supuestamente el fallecido llegó a su casa ensangrentado y con un tal Armando Arce Villalba intentaron auxiliarle. Ante las circunstancias, el fiscal Mieres ordenó la detención de ambos.
Hasta el momento se desconocen más detalles del confuso episodio. “Todavía no se caratuló como homicidio, está siendo investigado. El fallecido vivía aproximadamente a 1000 metros (1 kilómetro) del lugar, pero era conocido de ese barrio, vivía por ahí. Según sus parientes, es paciente psiquiátrico”, apuntó el suboficial superior Domínguez.